Rodrigo Ares, tras los pasos del ‘Rey Cuadrillero’
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Hace años que Juan Antonio Cuadrillero y Rodrigo Ares entrenan juntos, preferentemente en La Jarosa, un lugar ideal para trabajar la resistencia aeróbica y beneficiarse de las subidas y bajadas por encima de los 1.000 metros. Y hace años que ambos atletas guadarrameños no hacen más que ganar carreras, por supuesto, no sólo por hacer tiradas largas por el embalse, sino por pura calidad y determinación, vista su excepcional cadena de éxitos en Fin de Año.
A Cuadrillero, cuádruple campeón mundial de veteranos, no le frenaron ni sus habituales problemas en la glándula tiroides, que le provocan bajadas de hierro, para ganar su segunda San Silvestre Popular de Vallecas. Tampoco las molestias de pubis, con las que ya se impuso en marzo en la Tragamillas. “Juanito es otro nivel”, dice su amigo Ares. Tanto, que corrió en Vallecas 18 segundos más rápido que en 2012, a 3:04 minutos el kilómetro, para terminar siendo el mejor del sexteto en fuga -Pablo García, Rubén Tenorio, Aitor Ramírez, Santiago de la Fuente y Yago Rojo-, en la exigente parte final que conduce al estadio del Rayo.
Tradicionalmente, en sus tres podios anteriores andaba felicitándole Rodrigo, pero éste decidió quedarse en la Sierra para cerrar con su triunfo en la San Silvestre Villalbina un Fin de Año mágico: ganador en las carreras de Navidad de Moralzarzal y Los Molinos, triunfador de la San Silvestre de El Boalo, octavo en la Legua de La Cesta, en la localidad toledana de Santa Cruz del Retamar, por detrás de las locomotoras africanas y a ritmo de 3:04... Todo ello, en los diez días finales de 2013. “Sí, creo que en los últimos años estoy progresando, pero también porque tengo la suerte de que me respetan las lesiones”, dice con modestia.
Primer ganador en Villalba
Rodrigo Ares estrenó el palmarés en Collado Villalba ganando una San Silvestre que situó en su hoja de ruta “por el ambiente, y porque hay mucha participación”. Como días antes en Moralzarzal, se impuso al triatleta de gran fondo, Gullermo Bogas, que ya había avisado en la víspera de que “Rodrigo está muy fuerte”. Les separaron 23 asegundos, tras una carrera definida en el accidentado primer kilómetro, en el que un error en el desvío de la carrera les obligó a esquivar en la misma calzada de Honorio Lozano a todo el pelotón perseguidor. Fue el incidente que también superó para ganar Marina Damlaimcourt, encabezando una nómina de participación femenina que superó el 24% del total. La San Silvestre de Collado Villalba, espoleada por la ‘marca Tragamillas’ que representa el CD El Castillo, reunió en la salida a más de 830 corredores, con doce provincias españolas representadas.
Galapagar coronó a un cadete
Otro Rodrigo, Mendoza, del Club Básico Las Ardillas, hizo historia en la 35ª San Silvestre de Galapagar, la decana en la Sierra, al coronarse por delante de Álvaro Lozano de Pedro, que llegaba al Velódromo tras vencer en la San Silvestre Torresana con un ritmo de 3:03 en los cinco kilómetros de trazado. En Galapagar, sobre un recorrido mucho más duro, Rodrigo Mendoza anduvo más fresco en las cuestas del Canto del Peso y la Colada Charco de la Hoya para hacer valer un ritmo de 3:22 y aventajar en 11 segundos a su rival.
Mendoza es el segundo ganador del Club Las Ardillas en Galapagar, tras Alejandro González de Miguel, ahora en la AD Marathon. Su progresión sitúa un segundo Rodrigo en la estela del Rey Cuadrillero.