El túnel-parking cumple cinco años desde su apertura: cronología de un despropósito

El 21 de marzo de 2006, el Ayuntamiento de Collado Villalba, por entonces presidido por el socialista José Pablo González Durán, adjudicó a la UTE formada por las empresas Ortiz y Cover la obra pública que comprendía “el proyecto de aparcamiento subterráneo y la reforma del entorno de la calle Honorio Lozano entre la calle Real y Virgen del Pilar y nuevo diseño urbano de la calle Batalla de Bailén, entre la plaza de España y la plaza de la Sierra, así como la explotación del aparcamiento de la Biblioteca Municipal Miguel Hernández”. Tanto aquí como en la licitación publicada en el BOE el 30 de septiembre de 2005, nunca se mencionó el túnel que uniría estas dos avenidas. ¿Fue un lapsus o simplemente una nueva estratagema del Ejecutivo local?
Desde entonces y hasta la finalización de esta polémica, costosa, innecesaria y faraónica obra (17 octubre de 2008), se han producido tantos hechos desafortunados que, ahora, cuando se cumplen cinco años desde la apertura de la misma, hemos creído pertinente hacer una detallada cronología sobre el desarrollo de la que ya es la obra más cara de la historia de esta ciudad.

Todo comienza en 2006, cuando el Ayuntamiento adjudica, en contra de la opinión mayoritaria de los vecinos, la obra del túnel-parking a la UTE Ortiz Cover en 20 millones de euros, con un plazo de construcción de un año. Días más tarde (abril de 2006), una manifestación recorre las calles de Honorio Lozano, en la que participan unas 300 personas piden la suspensión de este proyecto.

En octubre de ese mismo año y convocados por los tres grupos que entonces formaban la la oposición (PP, IU y ADEI), se producen dos manifestaciones vecinales donde se pide nuevamente la paralización de este proyecto, recogiéndose cerca de 4.000 firmas. Sin embargo, el ‘rodillo’ de la mayoría socialista impidió que se convocara una consulta popular.

Enrique Peñas, director de El Faro del Guadarrama, entrevista al alcalde, José Pablo González en febrero de 2007y le pregunta, entre otras cosas, acerca de este controvertido proyecto. El regidor villalbino manifiesta que “la obra es necesaria para mejorar la circulación de vehículos y para convertir a esta arteria en la más importante desde el punto de vista comercial, cultural y social. Mucha gente no es consciente de lo que se está haciendo. Es una obra titánica en el plazo que marcará un antes y un después de esta ciudad. Cuanto esté terminada los vecinos se van a dar cuenta de que mereció la pena”.

Cinco años después, y con un coste total que supera los 100 millones de euros, canon incluido, la mitad del comercio de la zona ha cerrado -incluida la tienda que la hermana del propio alcalde tenía en Honorio Lozano-, y los supervivientes de este holocausto siguen quejándose de los problemas generados por el túnel, más aún cuando el precio de la hora de estacionamiento en el parking ronda los 2 euros, hecho este último que cambiará con el acuerdo logrado por el actual Equipo de Gobierno, que permitirá disponer gratuitamente de más de 1.000 plazas de aparcamiento durante los próximos dos años.

Incumplimientos a mitad de obra
En abril de 2007, con las obras a medio hacer y un importante caos circulatorio en el centro de Villalba-Estación, varios colectivos denuncian que las obras van muy retrasadas; que el presupuestos se dispara; que no se penaliza a la UTE Cover-Ortiz por el incumplimiento de los plazos; que no se han bajado los impuestos (tasa de basuras e IBI) como había prometido el alcalde a los afectados por las obras; que se incumplen a diario las normas de seguridad; y que los comercios siguen viendo reducidas notablemente sus ventas. Además, las obras ya han provocado varios incidentes (desprendimientos) que han puesto en peligro los bienes y la integridad de las personas.

En mayo de aquel año, las protestas vecinales se suceden y este periódico recoge algunas de ellas. “Lo que debemos preguntarnos es por qué. ¿Por qué el alcalde se ha empeñado en hacer esta obra, contra viento y marea, a pesar de que estaba clara la inutilidad de la misma?”, indicaba un vecino.“Gracias señor alcalde”, decía otro, por esta magnífica inutilidad”.

A trancas y barrancas, con numerosos modificados y complementarios que permiten doblar el precio inicial de la obra, pasando de 20 a 40 millones por ‘obra y gracia del Espíritu Santo’, en este caso encarnado por el alcalde José Pablo González Durán y su séquito de sumisos a la causa. Y entre murmullos, gritos y desaprobaciones llegamos a las elecciones, donde el PSOE renueva su mayoría absoluta, pese a que la obra continuaba por los mismos derroteros.

Un mes después, el Ejecutivo socialista celebra su victoria aprobando un nuevo complementario por un importe de 4 millones de euros que, supuestamente, fueron destinados a: zonas a pavimentar (419.000 euros); drenaje y saneamiento (450.000); electricidad y más farolas (109.000); fuente y esculturas (270.000); jardinería, mobiliario urbano, islas ecológicas y soterramiento de basuras (1.500.000 euros). En este último apartado cabe recordar que algunos de los contenedores contratados nunca pudieron ser utilizados por los vehículos que recogen la basura en este municipio. Pese a su inutilidad, siguen ‘adornando’ Honorio Lozano y Batalla de Bailén y la empresa que los vendió, tal como denunció este periódico hace más de dos años, aún no había cobrado algunas de dichas facturas. Y así llegamos al viernes 17 de octubre de 2008, fecha en la que se celebró un pleno extraordinario y urgente en el que se aprobó otro nuevo ‘pelotazo’, el modificado final de esta obra, cuyo importe ascendía a unos 14 millones de euros, procediéndose seguidamente a la triste apertura del túnel (no a su inauguración oficial, que a día de hoy aún está pendiente).

Y pasaron los años, cinco en concreto, y en el transcurso de los mismos pudimos ver cómo los ciudadanos se mostraban cada vez más reacios a utilizar el túnel y el parking. Nuestro periódico pudo comprobar durante meses y meses que apenas un 15% de los conductores utilizaba el túnel, mientras que en los dos aparcamientos (Honorio Lozano y biblioteca Miguel Hernández), con capacidad total para 1.026 plazas, la ocupación media apenas superaba los 100 y 50 coches diarios, respectivamente, con unas tarifas que entonces eran de 1,80 euros/hora, o lo que es lo mismo, 0,03 euros/minuto.

Y lo más grave es que el coste de la obra, como dijimos anteriormente, superaba ya los 40 millones de euros, cifra a la debía añadirse el canon pactado entre la concesionaria y el Ejecutivo socialista, con lo que se redondeaban los 111 millones de euros que las arcas municipales deberán pagar hasta 2046.

El 22 de mayo de 2011 hubo nuevas elecciones municipales y la esperada y contundente derrota socialista quedaba plasmada así en el blog de ‘faraónchurrero’: “El presunto golfo, que el día anterior, en la jornada de reflexión cometió la ilegalidad (otra) de pedir el voto en una ‘web’ pública, hundió a su partido y cambió una derecha por otra en nuestra ciudad. Incapaz de pasar cuatro años en el mismo puesto donde todos los demás fueron humillados por él, el presunto golfo abandonó corriendo la escena política y dejó el marrón a otros, los mismos otros a los que ninguneó durante todo su mandato. Como veis, un comportamiento ejemplar”.

Daños colaterales
Pero el verdadero via crucis para José Pablo González y algunos de los miembros de su Ejecutivo vino poco tiempo después, concretamente en diciembre de 2010, cuando el diario ‘ABC’ y El Faro del Guadarrama publican las fotos donde aparece el regidor villalbino celebrando la Nochevieja de 2006 en Andorra, junto al empresario al que adjudicó la construcción del túnel de Honorio Lozano. “González y el administrador único de Cover, José Carlos Gómez, estuvieron una semana de vacaciones en un hotel de lujo del Principado acompañados de sus familias, y por el socio de éste, Evaristo Núñez, con el que comparte otros negocios”.

Posteriormente ‘ABC’ publicaría con todo lujo de detalles que el “empresario que pasó la Nochevieja en Andorra con el alcalde villalbino ha ejecutado unos veinte proyectos en este municipio”. El culebrón continuaba días después al desvelarse que el concejal José Antonio Gómez Sierra, ex responsable de Urbanismo y posteriormente de Hacienda y Contratación, “estuvo en Punta Cana en 2004 con el propietario de Cover, tras la concesión a esta empresa de las obras de reforma del P-29. Fue en septiembre de 2004 cuando José Carlos Gómez y el edil decidieron pasar unos días, en compañía de sus familias, en el lujoso hotel Riu Palace Macao, un establecimiento de cinco estrellas situado en la playa Arena Gorda (una de las mejores del mundo)”.

El 9 de marzo de 2011, este mismo periódico publicaba que “el alcalde ahorró 600.000 euros al constructor del túnel (José Carlos Gómez) al dar por bueno un informe sin visar para que el empresario no tuviera que pagar por llevar los vertidos de la obra, depositados en una finca municipal, a un vertedero”. Y es a partir de aquí cuando los tribunales de justicia toman cartas en el asunto.

El 10 de marzo de 2011 el Partido Popular de Madrid anuncia que presentará una denuncia contra el ex alcalde villalbino por los presuntos delitos cometidos en el desempeño de su cargo. Y el 27 de noviembre de ese mismo año, es el Juzgado número 2 de Collado Villalba el que entra a fondo en el caso tras admitir a trámite la denuncia presentada por el PP, dirigiendo un escrito al Ayuntamiento en el que recababa todo tipo de información sobre la adjudicación del túnel-aparcamiento subterráneo de Honorio Lozano.

No se volvió a saber más del asuntos hasta el 7 de diciembre del 2012, al hacerse pública la imputación del ex alcalde socialista, José Pablo González Durán, del ex concejal de Urbanismo y después de Hacienda, José Antonio Gómez Sierra, y del ex director de Urbanismo, Jesús García del Burgo, así como del arquitecto municipal y de varios técnicos y funcionarios, acusados de los presuntos delitos de cohecho, prevaricación , malversación de caudales y tráfico de influencias. A día de hoy, tras prestar declaración los imputados a principios de año, nada se ha vuelto a saber sobre este escabroso asunto.