Seguridad vial y educación

Hoy escribo esta carta para denunciar que cruzar uno de los pasos de cebra, con semáforo incluido, situado en el centro urbano de Collado Villalba, casi me cuesta el tipo y no quiero volver a mi casa con este tipo de frustración.

Dando un paseo en la mañana del pasado lunes, me dispuse a cruzar el paso de peatones situado a la entrada de la calle Real, el que une la acera del C.C. Canguro con la del Banco Santander, y vean lo que sucedió: dado que el semáforo permitía el paso a los peatones, una chica, cosa de un metro, iba delante. Luego lo hacía yo. En pleno paso de cebra, uno de los tres coches que procedentes de la plaza de España intentaban acceder a la calle Real se puso en marcha, volviéndose a detener justo cuando me tocó el pantalón a la altura de la rodilla. Mi instinto de supervivencia hizo que me girase y al verme en peligro mis manos se apoyaron sobre el capó del citado vehículo en un intento de aminorar el posible golpe. Afortunadamente, el coche frenó y la cosa no paso del susto. Pero cuando alcé la vista para ver al conductor, para mi sorpresa e indignación éste con gestos airados y a gritos me decía que: “¡Ya está bien, puedo ceder el paso a una persona, pero a dos no!”. Mi reacción fue mandarle a la m... Y todo esto sucedía cuando el semáforo estaba abierto para los peatones y en intermitente para los coches. ¿Desconocimiento del código por parte del conductor? No sé, pero carente de civismo y educación, desde luego.