El silencio de los corderos

Al parecer, el Ayuntamiento de Guadarrama emplea sistemáticamente “la callada por respuesta” a los problemas que ellos mismos generan a algunos vecinos, dado que desde el pasado mes de agosto he dejado de recibir normalmente la correspondencia en mi domicilio particular como consecuencia de un cambio de numeración en la calle María Verónica. Ahora resulta que existen dos propiedades (un chalé y un portal de edificio) con el mismo número, y los señores de Correos no saben qué hacer, por lo que devuelven la correspondencia un día sí y otro también.

Además se ha modificado -al menos en mi caso- la designación catastral de la propiedad, por lo que ahora tampoco coincide con la reflejada en las escrituras. Debo destacar al respecto que hasta ahora no he recibido comunicación alguna respecto a tales cambios, aunque sí los recibos del IBI incrementados un 44,2 por ciento.

Al margen de las reclamaciones personales realizadas, he presentado dos reclamaciones por escrito, y una solicitud de audiencia con el señor alcalde en los últimos cuatro meses para intentar buscar una solución al problema sin obtener resultados. Es posible que estos señores no tengan tiempo de atender o responder a sus vecinos porque sólo aparecen para las “fotos”, las campañas políticas y las celebraciones sociales; por lo que deseo transmitir desde aquí mi desacuerdo y repudio a su desinterés, negligencia y mala educación.