El asesino de Avellaneda se declara culpable pero niega que la violara

El autor confeso del asesinato de Avellaneda Núñez, vecina de Collado Villalba, que murió la madrugada del 12 de noviembre de 2011 en una finca de Collado Mediano, se ha declarado culpable en el juicio que se ha celebrado esta semana en la Audiencia Provincial de Madrid.

La víctima, de 17 años y origen dominicano, desapareció unos días antes de que la Guardia Civil hallara su cuerpo en una cantera de Collado Villalba. Los investigadores centraron sus investigaciones en el acusado, ya que era la última persona que había llamado a la joven.

Joaquín Emilio Zapata Barilla, de 24 años de edad y nacionalidad colombiana, ha confesado el crimen y ha pedido “a Dios y a la familia” de la joven que le perdonen, pero ha negado que la violara o se sobrepasara sexualmente con la joven, asegurando que “mantuvieron relaciones consentidas” momentos antes del asesinato, según testificó el pasado lunes en la primera sesión del juicio oral por éste asesinato.

Golpeada con una piedra
El procesado ha indicado que tras el contacto sexual mantuvieron una acalorada discusión y, en un momento dado, el hombre cogió una piedra y golpeó en varias ocasiones a la joven en la cabeza. A continuación, la subió por una tapia, sin saber si estaba muerta o no y ocultó el cuerpo tras ella. “Mi objetivo era ocultarlo porque había hecho algo muy grave”, declaró.

Tal y como ha relatado, al día siguiente volvió y trasladó el cadáver a una charca. También reconoce que echó lejía al cuerpo. Días después acudió a dependencias de la Guardia Civil y confesó el homicidio. Desde entonces se encuentra en la cárcel preventivamente.
“Todos los días de mi vida pido a Dios que me perdone. Estoy arrepentido de corazón, entiendo lo que está pasando la madre y espero que algún día pueda encontrar el perdón”, finalizó el enjuiciado.

Por su parte, Carolina, la madre de la víctima, ha señalado que Joaquín Emilio no acabó ese día de 2011 sólo con la vida de su hija, sino también con la suya. Por eso, espera que la Justicia que le condene “y no salga nunca de la cárcel”. “Si yo no puedo volver a ver a mi hija, que él no pueda volver a ver la libertad”, sentenció.

El fiscal pide para el acusado una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio y cinco meses de prisión por el delito de profanación del cadáver, ya que entiende que el sujeto la violó una vez muerta. En cambio, la Defensa pide una pena de sólo 10 años de cárcel por el atenuante de confesión.