El balance del año

Con este resumen de la temporada taurina en la Sierra echamos el telón a 2006. Una temporada marcada principalmente por el gran auge que han cogido las ferias de novilladas. Así, hemos asistido en este año a la consolidación de la de Guadarrama, al gran éxito que sigue levantando el ciclo de Moralzarzal y a las destacadas ferias de Galapagar y Los Molinos. Y es que las corridas de toros en los pueblos siguen sin tener demasiado interés. Hay honrosas excepciones, como en San Lorenzo, donde este año por fin la feria volvió por los fueros que nunca debió perder y contó con dos corridas con figuras del momento.

Sí hay que decir que este 2006 fue en la zona mucho mejor que 2005, que tuvo un balance pobrísimo. Han embestido muchos astados, ha habido un buen manojo de encierros muy bravos y se han visto grandes faenas a cargo de Alejandro Talavante o Sebastián Castella; o novilleros de la talla de Luque, Emilio de Justo o Teruel. Sin embargo, la cuenta pendiente es la de contar en las ferias de novilladas con los mejores, con los que se lo han ganado en la plaza y con los que de verdad tienen proyección. Esto ocurre en contadas ocasiones, ya que se recurre a la recomendación, al interés de los que manejan el tinglado, al amiguismo y al enchufismo. También hay ayuntamientos que no ha apuestan por la fiesta. Quieren ahorrar dinero y le dan la plaza a muchos que sabemos que no están pagando a los toreros. Para terminar, sigue habiendo algunos consistorios derrochones, que están jugando con el dinero de los vecinos y que están haciendo millonarios a los empresarios que todos sabemos. Por eso ahora que estamos a punto de empezar el año 2007, tenemos la esperanza de que todo esto dé un giro radical: de ilusiones también se vive.