Moralzarzal acoge la corrida de toros del año

Encabo pinchó, pero cimentó una obra muy meritoria y sólida a un ejemplar serio, encastado y exigente. “El Cid” también salió a hombros. Fue un gran espectáculo. De los que hacen afición. La corrida del año.

La feria de novillada fue otro cantar, pero dejó cosas muy positivas y volvió a ser uno de los ciclos de mayor categoría y de mayor repercusión no ya de la comarca sino de la Comunidad de Madrid. Eso sí, se debería poner más cuidado en ciertos novilleros que se anuncian y también en la elección de algunos hierros. La mejor novillada fue la de Enrique Ponce, grande y algo menguada de puntas. “Chechu” cuajó una faena entonada premiada con dos orejas. Y dejó una grata dimensión y gustó mucho Pepe Moral, que también debió de salir a hombros. Las novilladas de La Guadamilla y Ana Isabel Vicente fueron muy descafeinadas; la de Monteviejo salió brava en varas y correosa, y decepciono la de Torrenueva, tanto en presencia como en juego. Sin embargo, rompió a embestir Ventero, un bravo y serio novillo premiado con la vuelta al ruedo y al que Ángel Teruel le cortó las dos orejas. Estuvo en gran nivel Daniel Luque, que también salió a hombros en esta novillada Novilleros como Jesús de Alba, López Díaz (que fueron despedidos a almohadillazos) Tomás Zurano o Martín de Vidales no debieron ser anunciados nunca en una feria de este calado.

Impacto de Talavante

La feria de San Lorenzo recuperó en 2006 algo del auge que tuvo hace años cuando las figuras se anunciaban en este ciclo. El nuevo empresario, Francisco Romero, reunió a Morante de la Puebla, César Jiménez y la sensación del año, Alejandro Talavante, en un mismo cartel el 10 de agosto. La plaza, afortunadamente, se cubrió en sus tres cuartas partes. Talavante recibió dos cornadas, falló con el acero pero tuvo una actuación pletórica que encandiló a los asistentes por un toreo puro, profundo y de valor sincero. Morante estuvo desdibujado y el único toro bueno fue para César Jiménez, que no acabó de centrarse del todo. En la corrida mixta triunfó el rejoneador Hermoso de Mendoza que salió a hombros, al igual que Cayetano, tras dejar destellos pero sin acabar de explotar. Cierto público le arropó de forma cursi, consintiéndosele todo. Palomo Linares se llevó un apéndice tras dejar patente ser un coleta tan valeroso y gallardo como tosco.