Notable estreno en Miraflores de Gonzalo, nieto de Antonio Bienvenida

Junto a ellos, cuatro chavales de las distintas escuelas de tauromaquia de la Comunidad de Madrid: Marcial Lalanda, Moralzarzal, Fundación El Juli de Arganda del Rey y Colmenar Viejo. En líneas generales hicieron cosas brillantes frente a becerros de La Glorieta, que tuvieron nobleza y las fuerza justas.

Gonzalo Bienvenida desplegó lo mejor del festejo con capote y muleta. Antes ya lo había echo en un majestuoso quite. Destacó por el temple, por su colocación, por imprimir suavidad y por funcionarle la cabeza. Provocó olés en el tendido y tuvo esos detalles de torería añeja que gustan a los buenos aficionados. Tenía los máximos trofeos en la mano, pero varios inoportunos pinchazos dejaron el resultado final en una oreja, que es lo de menos, porque lo importante fue lo que fue capaz de realizar este joven de dinastía.

A Pepe Luis Vázquez se le vio menos preparado. Atisbó detalles de la escuela sevillana: una media, el toreo a pies juntos, una trincherilla. Quizá no fuera nada compacto, pero dejó apuntes de distinción y torería. No lo vio claro con la espada y tuvo que conformarse con dar la vuelta al ruedo.

El resto del festejo resultó muy entretenido. Santiago de Lema El Moli, de la Escuela de Moralzarzal, fue un torbellino y puso mucha entrega en los tres tercios. Ya lo había apuntado en un quite excelente y luego su actuación estuvo cargada de disposición, variedad y ganas de llegar a lo más alto. Se aseguró las dos orejas tras estoquear a la primera.

También gustó mucho el concepto del francés Adrián Selenc, de la Escuela de Arganda, que realizó el mejor toreo de capa de la tarde y jugó los brazos muy bien. Su añojo de La Glorieta tuvo poca fortaleza, pero el chaval siempre trató de sujetarlo. Fue de las mejores actuaciones en esta bonita plaza situada en el corazón de la Sierra.

También brilló el oficio de Ignacio Olmos, que muleteó con suficiencia y seguridad. Finalmente, estuvo templado José Aguilera, representante de la escuela de Colmenar Viejo.

El domingo se clausuró el curso que durante cuatro días se llevó a cabo en la residencia La Cristalera bajo el nombre Una reflexión sobre el toreo en el siglo XXI, patrocinado por el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid y bajo la batuta de Carlos Abella, director gerente de Asuntos Taurinos, que ha sido el promotor de este ambicioso y bonito proyecto. Un total de 30 alumnos, entre chavales de las cuatro escuelas taurinas de la región, integrantes de Asociaciones y Peñas de la Federación Taurina de Madrid, vecinos de la localidad de Miraflores y componentes del Foro de la Juventud Taurina.

A lo largo de cuatro jornadas, del jueves 11 al domingo 14, desfilaron por las aulas diversos personajes relacionados de una manera o de otra con el mundo del toro. Los más madrugadores fueron los mexicanos Arturo Saldívar, Sergio Flores y Brandon Campos. Uno de los actos más bonitos fue la visita de Miguel Abellán, Alberto López Simón y Gonzalo Caballero. Después de contar su experiencia realizaron una clase de toreo de salón.