La polémica sobre la implantación de un campo de golf rústico en la Dehesa Vieja de Moralzarzal, una zona protegida medioambientalmente por su condición de monte público, ha aumentado tras conocerse los dos informes contradictorios emitidos, uno por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y, el otro, por Ángeles Nieto, coordinadora general de Ecologistas en Acción-Madrid. Como recordarán nuestros lectores, este proyecto no cuenta ni con el apoyo de distintos colectivos Moralzarzal, ni tampoco con el de los dos grupos de la oposición municipal (PSOE e IU).
El Ejecutivo local presidido por José María Moreno se ha limitado, desde el primer momento, a justificar su apoyo incondicional al mismo en el hecho de que “fue incluido dentro de nuestro programa electoral, que los vecinos respaldaron mayoritariamente”. Sin embargo, ni siquiera el propio alcalde se ha atrevido a afirmar que los moralzarceños hubiesen mostrado interés alguno por la práctica de este deporte, aunque el primer edil del PP en su momento afirmase en una sesión plenaria que “el procedimiento ha sido acercarse al alcalde y pedírselo verbalmente”. Tal vez por aquello de hacer bueno el dicho de que algunas comparaciones suelen ser odiosas, el propio regidor, a una interpelación plenaria presentada por el edil socialista Gabriel Dorado Martín, denunciando la nula rentabilidad económica de los campos de golf‘rústicos y a la pregunta hecha por este concejal sobre “¿qué objetivo persigue el Ayuntamiento con este campo de golf?”, a José María Moreno sólo se le ocurrió contestar con otra pregunta: “¿Cuál es la rentabilidad de un campo de fútbol?”. La respuesta la dio él mismo: “Genera gastos, pero ofrece un servicio deportivo a los vecinos”. Se le olvidó añadir que en España, por cada jugador de golf hay más de mil personas que practican el fútbol.
Medio Ambiente, a favorAl margen de estos debates, el 8 de febrero de 2013, la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid emite un informe firmado por Francisco J. Herrero, Jefe de Servicio de Gestión de Espacios Protegidos, y por Ignacio Calderón, director del PROAM, en el que dan su conformidad con la instalación de un campo de golf rústico en el monte de la Dehesa Vieja de Moralzarzal, condicionado a:
- El campo de golf se creará de forma que no sea necesaria la instalación de ninguna infraestructura.
- Sólo se realizarán los nueve hoyos pertinentes mediante su perforación en el suelo.
- Se realizará una evaluación ambiental para determinar la carga diaria de usuarios de la actividad compatible con los valores del monte y con los hábitats presentes en él, así como en las épocas más favorables de la misma. En este sentido se deberá prohibir su práctica durante la época de riesgo alto de incendios forestales.
Dicho informe, también recoge otros condicionantes, entre ellos su compatibilidad con la red de canalización existente actualmente; un informe sobre la compatibilidad de dicha actividad con el medio forestal presente y los posibles impactos generados por la carga de visitantes y de su afección a otros posibles usos públicos.
Ecologistas, en contraUn mes más tarde, el 4 de marzo de 2013, Ecologistas en Acción-Madrid, a través de su coordinadora general, Ángeles Nieto, y tras conocer el certificado de viabilidad urbanística enviado por el Consistorio, dice:
- El Ayuntamiento basa sus intereses en instalar un campo de golf en estudios realizados en 2009, por lo cual estos datos deben ser actualizados, incluyendo la situación económica actual del sector del golf.
- En su informe hacen mención de los campos de golf rústicos, concretamente a cinco de ellos en la Comunidad de Madrid. “Esos datos deben ser actualizados, porque al menos dos de ellos están tramitando procedimiento ambiental para transformar sus instalaciones a un sistema de juego de regadío, como es el Club de Golf Pozuelo, o unas instalaciones mucho más exigentes en agua, como el caso del QG&FC Quijorna. Cabe duda, por tanto, si en el caso de Moralzarzal lo que se pretende es conseguir la autorización para construir un campo de golf rústico y luego solicitar una ampliación y su transformación a campo de golf de regadío como ha sucedido en Quijorna, donde terrenos de una Dehesa pública han sido cedidos y están siendo gestionados por un club de golf privado. Por tanto, el Estudio de Incidencia Ambiental debería aclarar el presente y futuro de la actuación, dado que el Ayuntamiento plantea la actuación sobre un monte público catalogado”.
Finalmente, Ecologistas en Acción pide que el Ayuntamiento justifique cómo la construcción de un campo de golf que ocupará 10 de las 60 hectáreas de monte de utilidad pública va a cumplir con los objetivos, especialmente en el fomento de la ganadería, indicando que la memoria resumen no incluye datos sobre previsiones del número de potenciales usuarios del campo de golf, añadiendo que igualmente la memoria resumen hace referencia a que las diferentes instalaciones, como casa club, etc. se situarán fuera de los terrenos de este monte público, y por ello pide al Ayuntamiento que informe exactamente la localización y características de los mismos al estar incluidos dentro de dicho proyecto.
Porto Rey y PlarquinY si a todas estas dudas e interrogantes añadimos la presencia en este polémico proyecto de las empresas ‘Demasizone’ y ‘Plarquin’, ambas vinculadas al arquitecto y ex director general de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Enrique Porto Rey, el asunto aún puede ser mucho más complejo. Al respecto, Guadarramista.com decía hace dos años: “La estrategia para la descatalogación y privatización del campo de golf carece de una profunda falta de transparencia por parte del gobierno municipal. Se dice que gran parte de los servicios de recalificación de la Dehesa los ha hecho ‘Demasizone S.L’, propiedad de Enrique Porto. Esta misma noticia fue ampliada por la Cadena SER el 7 de agosto de 2011, indicando que “el PSOE local ha solicitado al alcalde la memoria, los planos y las facturas pagadas a Demasizione S.L., encargada de realizar este proyecto y, curiosamente, esas facturas no existen. Lo sospechoso es que al frente de dicha empresa está Enrique Porto Rey, quien protagonizó diversos escándalos urbanísticos en 2006”. La Ser, pese a intentarlo en varias ocasiones, no pudo contactar con el alcalde.
Porto Rey, a través de las empresas ‘Plarquin’ y ‘Masizione’, hizo el faraónico proyecto de Los Praderones y desde entonces realiza los estudios técnicos de las obras del Ayuntamiento de Moralzarzal, entre ellos los dos últimos, ‘Navacerrada’ y ‘Berrocal Sur’, sectores en los que el Ayuntamiento se acaba de gastar 112.565,90 euros.