Luces y sombras
Encuesta polémica - La trama de Torrelodones
Manuel J. Ortega
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El folleto editado por el PSOE de Collado Villalba y que fue buzoneado la semana pasada en nuestra ciudad ha levantado comentarios para todos los gustos. Hay quien ha dicho que es muy positivo el hecho de que José Pablo González, alcalde y candidato socialista en las próximas elecciones se dirija a sus vecinos para, a través de un sencillo cuestionario, conocer cuáles son para ellos los problemas reales de su municipio con el propósito, se supone, de encontrarles a corto plazo la mejor solución; hay otros que a pesar de ver con buenos ojos que el mandatario local pida la opinión de sus conciudadanos, consideran la encuesta muy blandita al plantear temas demasiado obvios y, también los hay (muchos, a tenor del rechazo mostrado en foros, páginas web y cartas enviadas a la redacción de nuestro periódico), que sólo ven en dicho tríptico un ‘panfleto’ meramente electoralista.
Sobre el medio centenar de cartas y correos llegados a El Faro del Guadarrama donde nuestros lectores contestan a las 14 preguntas del citado folleto, hemos sacado las siguientes conclusiones: Se reivindican más zonas ajardinadas en Villalba-Estación; todos están de acuerdo en que esta ciudad debe tener un hospital, aunque también piden mejoras en Atención Primaria y más especialidades. En cuanto a la pregunta sobre en qué barrios o calles debe actuar el Ayuntamiento, la respuesta es unánime: debe hacerlo en aquellos barrios que tienen menos infraestructuras, donde exista un mayor número de inmigrantes y, sobre todo, en El Gorronal. Las obras de ‘reforma’ (parking subterráneo incluido), del eje Honorio Lozano-Batalla de Bailén, las consideran innecesarias y muy costosas para el contribuyente, puesto que esta fuerte inversión no va a resolver el problema del tráfico. Sin embargo, la mayoría de los que responden a este cuestionario están de acuerdo con el proyecto de peatonalización de la calle Real. Sobre el futuro de los pequeños comerciantes consideran que deben unirse a través de pequeñas asociaciones e incentivar a los potenciales clientes con nuevas ofertas. En el área deportiva piden más recursos para los barrios y más instalaciones, y en cuanto al tema de las fiestas también hay bastante unanimidad: menos toros, menos gastos en estrellas rutilantes y más inversiones que permitan fomentar la cultura popular. Se acepta la rehabilitación del salón El Capricho, pero condicionada a que no suponga un despilfarro para las arcas municipales. Obviamente respaldan la propuesta de construir más viviendas sociales y públicas y lo mismo ocurre con la propuesta de soterramiento de la A-6. El cuestionario es facilito y las respuestas tampoco invitan a complicarse la vida. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo en el apartado de sugerencias, donde los ciudadanos, entre otras cosas, han pedido más autocrítica, menos autobombo, mantener con los ciudadanos una relación más próxima y fomentar el diálogo con los trabajadores del Ayuntamiento, una asignatura que según ellos aún está pendiente de aprobar en esta legislatura.
LA FISCALÍA ARCHIVA LA DENUNCIA DE PACIOS Y TINTO.- Poco a poco se va desmontando la compleja trama que durante los últimos meses ha venido salpicando la vida política de Torrelodones y en la que los hasta no hace mucho ediles del Partido Popular, Reyes Tintó y Jesús Pacios, han sido los protagonistas más destacados o al menos los que han dado la cara. Como recordarán nuestros lectores, a principios del pasado mes de septiembre los dos elides díscolos manifestaron haber grabado una conversación con su, por entonces, compañero de Ejecutivo y concejal de Urbanismo, Julián Nieto, en la que éste supuestamente confesaba que había recibido presiones por parte de el alcalde, Carlos Galbeño, para que adjudicase un concurso municipal a la empresa TBF, mercantil vinculada al ex cuñado de Mario Mingo. Este fue el estandarte utilizado por Tintó y Reyes para redactar el escrito de denuncia que, posteriormente, presentarían en la Fiscalía Anticorrupción de Madrid, en el que acusaban a Galbeño, al edil de Urbanismo, al primer teniente de alcalde, Fernando González y al presidente local del PP, Mario Mingo, de haber cometido graves irregularidades. Pues bien, según hemos podido saber esta misma semana la Fiscalía ha tomado la decisión, en tiempo récord, de archivar dicha denuncia, lo que nos hace presuponer que estas acusaciones carecían del fundamento necesario para iniciar la apertura de una investigación.
Sin embargo, no ha ocurrido así con las dos querellas criminales presentadas por Mario Mingo y Carlos Galbeño contra estos dos concejales (ampliables a otras dos personas), puesto que las mismas han sido admitidas a trámite e incluso los denunciados ya han tenido que acudir a declarar como imputados en el juzgado madrileño que instruye este sumario.
Cualquiera con dos dedos de frente pudo darse cuenta desde el primer momento que las acusaciones sobre presuntas irregularidades cometidas tanto por miembros del Ejecutivo local como por el propio presidente local del PP, Mario Mingo, donde se implicaba a la Fundación de Estudios Superiores, a los compradores de terrenos en el Área Homogénea Norte y a una empresa vinculada familiarmente con el propio alcalde, entre otros, no era más que una cortina de humo salpicada con tintes sensacionalistas que desde el primer momento carecía de pies y de cabeza, de ahí nuestra firmeza a la hora de mantener la teoría de la conspiración en un asunto donde claramente se podía ver que, además de la clásica vendetta personal de algunos, estaba en juego en esos momentos muchos e importantes intereses políticos y económicos. El tiempo y los tribunales de justicia terminarán poniendo a cada uno en su sitio.