El alcalde recurre a viejos proyectos para intentar aliviar las arcas municipales
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Hasta hace tres o cuatro años, ya con la burbuja inmobiliaria en caida libre, el Ayuntamiento de Moralzarzal seguía presumiendo de ser uno de los consistorios con mejor salud económica de la Sierra. Prueba de ello fue el incremento y mejora de sus infraestructuras, la construcción de nuevos edificios municipales, la adecuación de sus vías públicas, instalaciones deportivas, culturales y de ocio.
En poco más de una década, un pueblo que apenas superaba los 3.000 vecinos se convirtió en un municipio moderno de más de 12.000 habitantes, donde la renta per capita llegó a rozar el listón de los 14.000 euros por persona, superando con ello la media de nuestra región.
Pero el sueño como tal finalizó a mediados de la pasada legislatura, tras una caída espectacular de los ingresos municipales, situación que a priori obligaba al Gobierno local a reducir el capítulo de inversiones y a plantearse una política económica más restrictiva en el gasto. Sin embargo, no fue así.
Con más de 15 millones de presupuesto anual, con una nómina de personal por encima de los 4 millones y con unos ingresos vía tasas e impuestos a la baja, el Consistorio moralzarzaleño empezó a tener serios problemas a la hora de autofinanciarse, de ahí que el alcalde, José María Moreno, y sus compañeros de Ejecutivo se plantearan dar un giro a su política económica a fin de intentar dotar al Ayuntamiento de nuevos ingresos. Para ello han rescatado del cajón de sus viejos proyectos urbanísticos asuntos como el de Los Praderones, donde ahora plantean levantar 400 viviendas -en vez de las 1.500 de hace una década- o consumar la implantación de un campo de golf rústico en la Dehesa Vieja, pese al rechazo de numerosos vecinos y de distintos colectivos ecologistas y ciudadanos, que no encuentran en esta actuación ninguna ventaja económica a corto y medio plazo.
En este retorno al pasado, el regidor ha hablado de desempolvar algunos proyectos urbanísticos que llevan años paralizados y que tal y como está el mercado carecen de futuro, caso de Las Hachazuelas (454 parcelas) o el de Los Linares, abandonado hace tiempo por la ausencia total de expectativas. Con el mercado inmobiliario paralizado y la negativa de las entidades bancarias a conceder hipotecas a promotores y clientes (al menos hasta que no se deshagan de sus pisos), desde la oposición insisten en que no parece que esta sea esta la mejor solución al problema.
Gastos desmedidos
Con estas mrfifas es difícil que José María Moreno pueda sanear, aunque sólo sea en parte, el déficit de la tesorería municipal, sobre todo si no recorta el capítulo de gastos. Sí metió la tijera para ‘eliminar’ a las dos auxiliares de Infantil de los colegios públicos para ahorrar, dijo, 10.000 euros anuales, mientras se mantienen los ya habituales ‘saraos’ festivos, desde OléMoral al más reciente MoralPark. Tampoco se han recortado las partidas destinadas a los eventos taurinos, incluyendo comidas y “almuerzos protocolarios” con ganaderos y otras personas vinculadas al mundo del toro, como ya detallamos en la edición de El Faro del Guadarrama del pasado 12 de abril.
A todo este gasto hemos de añadir uno aún mayor, como es el dinero destinado a la redacción de proyectos urbanísticos de incierto futuro. En lo que va de año, el Consistorio ya ha destinado a este capítulo más de 200.000 euros, con el fin de elaborar unas nuevas normas para Los Praderones, mejorar la urbanización de Las Hachazuelas o finalizar el proyecto del campo de golf de la Dehesa Vieja, entre otros. La pregunta que sobrevuela esta controvertida medida, duramente criticada desde los grupos de la oposición (PSOE e IU), es: ¿Qué ingresos espera obtener el Ayuntamiento con la reactivación de dichos proyectos?
También han sido objeto de polémica las retribuciones de una decena de cargos de confianza del Ayuntamiento, que ascienden a más de 160.000 euros anuales, cantidad que los más críticos con la gestión de José María Moreno consideran “un lujo incomprensible” para un municipio de 12.000 habitantes y, sobre todo, para un Ayuntamiento que tiene problemas de financiación. Aún así retribuye al director de Comunicación con 2.448 euros/mes; a la secretaria de Alcaldía con 1,734, y los directores de Deportes, Juventud, Protección Civil, Urbanismo, Medio Ambiente, Tercera Edad y Recursos Humanos, con sueldos que oscilan entre los 1.184 y los 663 euros mensuales por media jornada. El asesor de Urbanismo cobra 1.970 euros por 30 horas semanales.
En cuanto a las percepciones del Equipo de Gobierno, el propio alcalde cuenta con un sueldo mensual de 4.902 euros (815.000 pesetas) y 68.630 euros al año (más de 11 millones de las antiguas pesetas). El regidor cuenta con dedicación exclusiva, mientras los nueve ediles del Ejecutivo popular tienen asignada media jornada laboral (20 horas semanales), oscilando sus emolumentos entre los 2.550 y los 1.677 euros/mes. Al respecto se puede decir que tanto el sueldo del regidor como en el del resto de los ediles, supera al de la mayoría de los concejales de esta comarca que desarrollan su labor en municipios con mayor población.
¿Un alcalde pluriempleado?
Con dichas retribuciones pocos entienden que, por ejemplo, un político que cobra 4.900 euros al mes, caso del alcalde, mezcle sus actividades públicas con las privadas. Un vecino nos recordaba cómo el 9 de julio de 2003, días después de ganar las elecciones, José María Moreno “se subió su salario un 33 por ciento, hasta alcanzar los 62.152 euros. Justificó esta subida en que había dejado su empresa de construcción para dedicarse totalmente a la Alcaldía”. Pero además este mismo vecino pone en cuarentena esa dedicación exclusiva del regidor, al apuntar que se encarga también del “apoderamiento del novillero cordobés Manuel Fernández Mazzantini, un diestro que de hecho estuvo presente en la pasada feria taurina de Moralzarzal, contratado por la empresa municipal que, en su condición de alcalde, preside el propio José María Moreno. No sé sies legal o no, pero desde luego muy ético no parece. Mazzantini también se anunció la temporada pasada por primera vez en la plaza de Las Ventas, un hecho que ha provocado que no pocos se pregunten si en su presencia en el coso madrileño pudieron influir de alguna forma las comidas y conversaciones que el regidor mantuvo con distintos representantes del Consejo Taurino de la Comunidad de Madrid. Y en cuanto a la presencia en 2012 del citado novillero en la plaza de toros de Aguascalientes (México), no me cabe la menor duda que esto tiene que ver con la amistad del alcalde con José Tomás y con sus viajes a esta ciudad, sobre todo cuando toreaba allí el diestro de Galapagar. ¿Recuerden lo del mariachi?”, terminaba este vecino.