La Comunidad de Madrid ha restaurado alrededor de 85 kilómetros de riberas en los últimos años en la región en su mayoría pertenecientes a ríos que discurren por parques regionales como el Parque Regional del Sureste (cursos bajos de los ríos Jarama y Manzanares, con tramos del Henares y del Tajuña), y el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama. El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, destacó que “los trabajos de restauración impulsados han favorecido la mejora de las condiciones de flora y fauna, así como de los paisajes".
"Todo ello responde a una estrategia de mejora, recuperación y conservación integral de nuestros espacios naturales, con especial atención a aquellos sujetos a las distintas fórmulas de protección, o a los que por su singularidad, belleza o interés así lo requieran”, añadió Sarasola.
Una parte de las actuaciones en riberas se han realizado en colaboración con el programa “Ríos Vivos” (
www.riosvivos.es), una iniciativa de la Obra Social Caja Madrid dirigida a la recuperación y restauración de espacios naturales cuyos hábitats han perdido parte de sus valores naturales a consecuencia, sobre todo, de la presión del hombre. La idea es mejorar esos entornos para dejarlos a disposición de los ciudadanos, que podrán disfrutar de ellos mediante usos controlados y regulados, no susceptibles de volver a dañarlos.
Durante la visita, Borja Sarasola comprobó los trabajos realizados en una franja de 1,14 kilómetros de la ribera del río Guadarrama, a su paso por La Navata, en una superficie aproximada de 6 hectáreas correspondiente a la margen derecha. La zona se ubica al norte del casco urbano de Galapagar, y buena parte discurre en paralelo a la línea ferroviaria Madrid-Ávila-Segovia.
En concreto, las mejoras se han desarrollado sobre la zona de dominio público hidráulico y los terrenos anejos, dentro del lugar de importancia comunitaria (LIC) Cuenca del Río Guadarrama. Los terrenos anejos son parcialmente de propiedad pública, ya que se sitúan en una vía pecuaria (descansadero-abrevadero del Charco de la Olla).
Entre las principales tareas acometidas se encuentran la limpieza y retirada de residuos, mejora de la cubierta vegetal, corte de árboles correspondientes a especies alóctonas impropias del ecosistema de ribera, poda de ejemplares para mejorar su crecimiento y regeneración y plantación de árboles y arbustos pertenecientes a especies autóctonas de la zona y características del área.
Además se procedió a la mejora y estabilización de las márgenes y el hidrosembrado con especies herbáceas y arbustivas para recubrir el talud donde se inicia el tramo. También se modeló manualmente el terreno suelto para mejorar la traza de la senda, en cuyo diseño se ha buscado adaptarse a las irregularidades del terreno y a la vegetación. Se procedió además a la mejora y adecuación de la senda preexistente mediante el nivelado del terreno y su revestimiento con un pavimento que evita el encharcamiento y mantiene un aspecto natural y permite su uso por personas con problemas de movilidad y discapacitados.
Para facilitar el acceso a la margen del río, se ha instalado un mirador de madera en un punto intermedio de la senda, además de una pasarela, del mismo material, que permite salvar las zonas encharcadas cuando se producen crecidas. Por último, se mejoró la señalización y el mobiliario con la instalación de paneles informativos, tanto en el acceso a la senda como junto al mirador. Estos paneles recogen detalles generales e información medioambiental relativa al tramo recuperado y su entorno.
Además ésta iniciativa de Ríos Vivos ha planteado otros dos proyectos de recuperación en la ribera del río Henares (término municipal de Alcalá de Henares) y en la ribera del arroyo de La Poveda, en la Dehesa Boyal (Collado Villalba).
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