Opinión
San Isidro 2013
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
José Tomás en el dique seco. Su posible reaparición tendrá que esperar. Simón Casas tenía todo fraguado para lanzar a bombo y platillo su vuelta en Nimes por su feria de mayo. Todo se ha truncado. Tampoco merece la pena hacer conjeturas; con José Tomás nunca nada es seguro. Se habla de Valencia en su ciclo de julio, pero lo mismo se pasa la temporada en blanco y nada.
Por otra parte, se presentaron los carteles de San Isidro. Una feria de largo metraje, con muchos carteles de figuras; la mayoría se anuncian tres tardes, otras combinaciones buenas, sin faltar las divisas toristas, y unos cuantos de relleno. Dicen que falta José Tomás, El Juli y Ponce, pero lo verdadero es que a ninguno de los tres les apetece pisar Las Ventas y no han querido anunciarse. Posiblemente podría ser un ciclo mucho más rematado, pero se encuentra un punto por arriba que el de 2012. La feria es densa y lógicamente no hay escalafón lo suficientemente interesante que soporte un mes seguido de toros entre corridas, novilladas y festejos de rejones. Existe cierto temor a una deserción de abonados. Muchas tardes la plaza se llenará, pero seguro que otras habrá huecos, porque son muchos festejos para la actual situación.
Entre tanto, estos días se ha podido ver por televisión la feria de Arles. La Fiesta en Francia tiene más futuro que en España. Cuatro tardes con variedad de encastes y cada día con un argumento distinto. La afición tiene criterio y sabe valorar a toros y toreros. Una envidia.