El CUC Villalba afianza su sueño del play-off ante la exigencia de un buen Villaviciosa (1-0)

Ante el Villaviciosa, esa fisura, pequeña, la encontraron los zagueros. Era el primer minuto de la segunda parte cuando Eloy, titular ante la lesión de Rubén, fue a cabecear al área contraria. El testarazo del central obligó al meta Carlos a estirarse hasta el palo y dejar el rechace franco en el área chica. El otro central, Guille Dorado, entró como un rayo a fusilar el 1-0 a puerta vacía.

Fueron los zagueros, por tanto, los desatascadores. Y Gaizka, el portero, el salvador. El vitoriano cuajó un primer tiempo memorable, con cuatro paradas de catálogo. Dos a Raúl, que lo probó desde la lejanía, otra tremenda a Marko Prados, y la última sencillamente espectacular, cuando al borde del descanso voló a su palo izquierdo para sacar un cabezazo mortal de Cata. “Vi salir el balón y pude sacarla con la yema de los dedos”, diría después, sonriente al salir de la pequeña fiesta del vestuario.

Fue Gaizka quien sostuvo al Villalba en una primera parte de tremenda complicación. Sin Álvaro, David Gordo metió a Guille Fernández para poblar el medio campo y dejar libre la banda izquierda para las subidas de Chema desde el lateral, pero el plan no funcionó. Sobre todo por el terreno de juego infame que facilitaba el trabajo a la presión forastera, cimentada en dos líneas muy juntas y una buena labor de David Lago como barredor intermedio. El Villaviciosa sabía de la costumbre villalbina de salir jugando desde atrás y a veces le bastaba con esperar un mal bote para robar en tres cuartos y llegar con facilidad a las inmediaciones del área, gracias a la movilidad de Cata, su mejor hombre. Pero Gaizka frenó los ímpetus visitantes y guardó la puerta a cero al descanso, reparador para el Villalba, por lo que se vio después.

Tras la reanudación, Guille Dorado coronó otro gran partido con su gol, y las tornas cambiaron, con el Villaviciosa en la obligación de construir. Aparecieron los espacios y, ahora sí, las subidas de los laterales. Los dos, Bielza y Chema, pusieron sendos balones de gol en las botas de Rubo, pero el punta del Numancia volvió a quedarse a centímetros: en la de Bielza llegó muy forzado al remate en boca de gol, y en la de Chema se disponía a empujar cuando un mal bote transformó un centro raso en otro a media altura, con toda la portería para él. Afortunadamente no hizo falta más. El Villalba ganó 1-0, dejó su puerta a cero y, tras la derrota del Adarve 0-2 ante el Moscardó, pasa a ser el equipo menos goleado de la Liga y a manejar seis puntos de renta sobre el quinto clasificado. El sueño sigue a falta de diez jornadas.

CUC VILLALBA: Gaizka; Bielza, Eloy, Dorado, Chema; Olmedo, Matas (Pablo, 48); Campillo, Guille Fernández, Manu (A) (Alberto Pedregal, 89’); y Alberto Losa (Rubo, 68).

VILLAVICIOSA DE ODÓN: Carlos, Mauri (A), Sergio, Álex, Javi García; David Lago, Jerry (A) (James, 53); Mario, Raúl (Moha, 60), Cata; y Marko Prados (Garci, 70’).

GOLES: 1-0. Guille Dorado (46’)
ÁRBITRO: Gabasa Cortés (2)
INCIDENCIAS: Unos 250 espectadores en la Ciudad Deportiva de Collado Villalba, en mañana fría. Césped en mal estado.