Las calles de nuestros pueblos no son autopistas

El Ayuntamiento de Galapagar ha anunciado esta semana la instalación de un radar móvil para controlar la velocidad en determinados puntos del casco urbano, como las calles Soberanía y Guadarrama o las carreteras de La Navata y Torrelodones, donde a diario es fácil ver vehículos que circulan a velocidades muy por encima de las permitidas por la ley, con el grave riesgo que conlleva para la seguridad vial. Una situación que se repite también en otras zonas, como la travesía de la M-505, o en el entorno del velódromo, el instituto y el colegio Jacinto Benavente. Para hacer frente a este problema, denunciado en reiteradas ocasiones por los vecinos, el radar móvil se revela como una medida en la buena dirección, pero también es importante reforzar la presencia de la Policía Local, actuando con mano dura contra los infractores. Por otra parte, no se trata de algo exclusivo de Galapagar, sino que es fácil encontrar puntos conflictivos en otras localidades de la Sierra, en donde los conductores parecen olvidar, tal como señaló en una rueda de prensa la alcaldesa de Torrelodones, que las calles de nuestros pueblos no son autopistas.

El acceso a San Lorenzo desde la carretera de Guadarrama, la travesía de la M-600 en El Escorial, la M-608 en Moralzarzal, la avenida de la Dehesa en Torrelodones, el Vial Sur y el Camino Viejo del Molino en Collado Villalba o la carretera de Colmenarejo son algunos de los puntos que también deben vigilarse de forma intensiva, con el fin de poner coto a conductas temerarias que, en muchos casos, atentan directamente contra la integridad de los peatones y también de aquellos conductores que sí cumplen con las normas de circulación.