Los aullidos de Lobo Cojo

“Está sobradamente demostrado que el túnel-parking de Honorio Lozano fue una obra cara e inneceraria, pero esto no puede justificar el abandono al que parecen condenadas estas millonarias instalaciones, dice Lobo Cojo. Nadie entiende que esta obra, adjudicada en el año 2006 por ‘mi amigo’ JP a Cover-Ortiz en casi 20 millones de euros, cifra que fue duplicada posteriormente vía modificados-complementarios, de ahí los 111 millones que en concepto de canon deberá pagar el Ayuntamiento en ‘módicos’ plazos anuales a la empresa concesionaria hasta en el año 2046, pueda mostrar en tan poco tiempo este preocupante estado de dejadez. El panorama es evidente: el túnel está sucio, con luces de alumbrado apagadas o fundidas, con las bandas sonoras y los bolardos arrancados. Y el parking parece un cementerio, sin coches, sin vigilancia, con pintadas, con los ascensores averiados y con los servicios higienicos cerrados a cal y canto. Y la guinda a tanto despropósito la ponen esos adoquines ‘malanclados’ en el firme de las calles adyacentes, sobre en el tramo comprendido entre la biblioteca y la salida a Batalla de Bailén, condenados ¿de por vida? a su ‘mala suerte’ y a los improperios de los conductores que a diario los sufren y padecen. Alguien tendrá que poner solución a tanto despropósito. Supongo que la empresa que explota estas instalaciones, además del derecho a cobrar anualmente el canón, también tendrá la obligación de mantenerlas adecuadamente. Y si no cumple, como así está sucediendo, el Ayuntamiento deberá hacer valer sus derechos legales”