El ‘botellón’ suma más de 90 denuncias en los dos últimos meses

Durante la sesión plenaria celebrada en la tarde de ayer, el Equipo de Gobierno que preside Agustín Juárez (PP) informó de las primeras sanciones fruto de la Ordenanza de Fomento y Garantía de la Convivencia Ciudadana, que entró en vigor el pasado 20 de agosto.

Desde esa fecha y hasta el pasado domingo, los agentes de la Policía Local han puesto más de 120 denuncias: dos por colocar carteles o repartir panfletos sin autorización previa; 11 en el apartado de basuras, escombros y depósitos en la vía pública; cuatro en base al artículo de animales domésticos; ocho a aquellas personas que han ‘aliviado’ sus necesidades fisiológicas en la vía pública; otra denuncia por el uso indebido del mobiliario urbano; otras dos por venta ambulante; cuatro por el estacionamiento ilegal de vehículos; y dos más por perturbar el descanso de los ciudadanos. Sin embargo, la cifra que más llamó la atención es la de las 90 denuncias por hacer ‘botellón’ en las calles y parques de Collado Villalba, con la consiguiente generación de basuras, ruidos y orines. Una actividad muy molesta para los vecinos.

Como ya informamos desde El faro del Guadarrama, esta ordenanza persigue los actos vandálicos y algunas ‘malas costumbres’ que, pese a que son realizadas por una minoría, afectan a la generalidad de los vecinos.

Entre las conductas castigadas destacan los destrozos al mobiliario urbano, parques y jardines, el incumplimiento del Reglamento de Medio Ambiente y Residuos, la utilización del coche como ‘discoteca móvil’, la venta de alcohol a menores, defecar, orinar y consumir alcohol en la vía pública y la no recogida de los excrementos caninos. Estas infracciones podrían ocasionar multas de hasta 3.000 euros.

Los empleados de las distintas áreas municipales, como Policía Local, Medio Ambiente o Urbanismo, están incrementando las labores de concienciación, control e inspección. Además, los agentes están llevando a cabo una campaña de información en diversos puntos, recordando la prohibición de los juegos molestos o peligrosos en los espacios públicos, parques y jardines.