Las varas de medir
E. López
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La verdad es que no hay varas de medir idénticas. Ahí están, por ejemplo, los políticos, que son los mayores expertos en demostrarlo, como sucede ahora con la crisis que nos azota, porque si no fuera porque cada uno de los partidos mayoritarios utiliza la suya ya se habían puesto de acuerdo para adoptar una fórmula que permita, al menos, que los ciudadanos sigan pagando con tranquilidad el seguro de recibo de decesos -la letra del chalé, que decía mi madre- y que se está convirtiendo en lo único seguro que no está quedando en este país, ya que incluso los que tenemos la suerte de mantener el empleo no sabemos si llegaremos a cobrar en su día la jubilación. Pero la prueba más palpable de esas diferencias se produce cuando se trata de valorar una concentración de público, ya sea por una manifestación de protesta o por un motivo festivo. La manifestación de la semana pasada contra los recortes sacó a la calle a miles de personas, que los sindicatos convocantes convirtieron en millones. Fueron muchos los que se manifestaron, aunque debieran haber sido más, pero no tantos como para alcanzar esas cifras. Lo peor es que no se consigue nada inflando el número de asistentes a este tipo de actos. ¿No sería mejor dejarse de cifras y reconocer que el acto ha sido un éxito o un fracaso? Ni qué decir cuando las cifras se comparan con las registradas en un acontecimiento similar. Lo que sucede es que estas venden titulares, que a veces parece que es lo único que les interesa, pese a que lo importante no sea precisamente el número.