Alejandro Talavante y David Mora abren la puerta grande en la Feria de Arte y Cultura
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Tras un San Isidro con muchas sombras y demasiado aburrimiento en las dos primeras corridas de toros de la nueva Feria del Arte y la Cultura, se han visto dos puertas grandes y la sensación de que cada tarde tenía argumento. Se ha visto más y mejor que en buena parte del letargo isidril. David Mora fue el primero en buscar la llave de la puerta el martes 6, tras cortar dos orejas al potable encierro de Valdefresno. Mucho más peso y trascendencia fue el triunfo que logró Alejandro Talavante tras hacer lo propio en la extraordinaria de Beneficencia celebrada este miércoles.
El de Badajoz tuvo una actuación redonda, reivindicando su condición de figura del toreo. Primero cortó una oreja a un remiendo de Victoriano del Río que tuvo buena condición. Faena creativa y en la que corrió muy bien la mano sobre la mano derecha, toreando reunido y ligado. Al natural también se explayó toreando primorosamente. La estocada arriba y un golpe de descabello no fue motivo para la no concesión de la oreja. Luego sumó otra frente a un toro medio de Cubillo con el fondo medido, pero que sacó lo mejor gracias a Talavante. La faena fue ganando enteros, llegando a su cumbre sobre el pitón derecho y en un cambio de mano antológico. Mató bien y Talavante tocó la gloria en el triunfo más importante en este mes de toros en Madrid.
Morante sólo esbozó un quite antiguo y torero en su segundo toro, pero ni la condición de sus toros ni el incesante viento que sopló en Las Ventas ayudaron a que el sevillano se pudiera sentir a gusto.
La tarde fue insoportable ante algunos voceras del tendido 7 que no dejaron de increpar toda la tarde a José María Manzanares. Su lote fue el peor, pero aunque es verdad que debió tener otra actitud bien es cierto que con un público tan a la contra es complicado.
David Mora, y Valdefresno…
David Mora fue el primero en salir en volandas por la puerta de Madrid en la primera del ciclo Arte y Cultura. Toreó muy bien de capa a Bilanero de Valdefresno, un toro bravo y con mucha profundidad en sus embestidas. Mora fue volteado hasta en tres ocasiones en el transcurso de la tarde. Su faena estuvo marcada por altibajos y aunque hubo momentos donde se acopló más, no acabó de explotar del todo. Tumbó al animal de un soberano espadazo que ayudó mucho para que se le otorgase la oreja.
Quizá estuvo más aplomado ante el sexto, un astado manso pero que embestía alegre y con clase. Mora le cogió el pulso e imprimió una faena mucho más templada y donde le llevó más cosido en las telas. También mató a la primera y cayó la segunda oreja, que le daba pasaporte para un generoso triunfo.
La seria y bien hecha corrida de Valdefresno tuvo un buen comportamiento. Curro Díaz dejó pinceladas ante un toro con un buen pitón derecho.
César Jiménez estuvo peso ante el lote menos claro, pero sobraron los poses y faltó mayor compromiso en una plaza de tanta responsabilidad.
Fandiño, el mejor en la recta final
La recta final de San Isidro tuvo notas destacadas. Muy poco se redondeó, pero se vieron cosas relevantes que dejaron satisfecho al aficionado después de una feria demasiado vacía donde ha faltado emoción y ha sobrado mucho toro descastado y también que a no pocos diestros les ha faltado compromiso en tirar la moneda al aire.
El pasado sábado, se cerró la feria con los toros de Adolfo Martín. El primer éxito fue que se llegó a terminar el papel. Luego, la corrida tuvo dos partes bien diferenciadas: una primera, muy interesante con toros finos y donde saltaron dos astados buenos, enclasados y con estilo; una segunda, con astados fuera de tipo y muy vacíos.
Iván Fandiño realizó una faena perfecta que sólo tuvo dos fallos: pinchar y coger la muleta sobre la izquierda, ya que la faena perdió intensidad. Fandiño entendió a la perfección a un adolfo con un gran pitón derecho que embestía humillando y despacio. Bien el torero por abajo y muy acompasado a la embestida de su oponente. Tenía la oreja en la mano, pero el mal uso del acero se lo impidió.
Otro toro bravo y noble cayó en manos de Juan Bautista, que lo toreó muy bien de capa y lució mucho al animal frente al picador. Un toro boyante en varas y bueno, pero que sólo pecó de acabarse pronto. Bautista le toreó periférico y esto es algo que no gusta en Madrid. José Luis Moreno tuvo una actuación discreta con el peor lote.
La tarde de Cuadri resultó polémica y controvertida. Los toros lucieron una pavorosa presentación y tuvo el denominador común de la movilidad y la poca entrega. El lote de Luis Bolívar resultó el mejor, aunque el diestro derrochó ganas no fue suficiente donde el público tomó partido exageradamente por los toros.
Fue un encierro interesante y con mucho poder, pero quizá el público lo vio con demasiado buenos ojos. La ovación que recogió el mayoral de esta gran vacada onubense estuvo demasiado ponderada.
El encierro de José Escolar decepcionó por manso y por su nula entrega. Fernando Robleño tuvo una actuación dignísima y de gran profesional con dos de los toros con más peligro de todo el serial. Una actuación muy gallarda y torera que merece tener recompensa por parte de la empresa de Las Ventas y de otras muchas.