Los aullidos de Lobo Cojo

“Por mucho que algunas/os sigan insistiendo en que pasemos página sobre el reciente pasado político que tanto daño ha hecho a este municipio y nos olvidemos de las barbaridades y atropellos cometidos en los últimos ocho años por el Gobierno socialista presidido por JP, no lo vamos a hacer, por lo menos hasta que los autores de tantos despropósitos pidan perdón y aclaren, por ejemplo: ¿Dónde está el expediente relacionado con la adjudicación definitiva de la faraónica, polémica e innecesaria obra del túnel-parking de Honorio Lozano, documento actualmente en paradero desconocido, de ahí que la Fiscalía haya pedido a la Policía Judicial que abra una investigación al respecto? Mientras haya asuntos como este sin esclarecer, prosigue Lobo Cojo; mientras el Tribunal de Cuentas no se pronuncie sobre la alegría con la que los anteriores gestores políticos se han gastado el dinero de todos, será imposible pasar página. Por eso me pregunto de nuevo: ¿Cómo algunas/os de los que defienden a capa y espada la denominada Memoria Histórica, exigiendo desenterrar a los muertos de la Guerra Civil (70 años después) o pretenden vincular la famosa frase (‘la calle es mía’) de Manuel Fraga con las infracciones de una ordenanza de convivencia ciudadana, tienen ahora la desfachatez de pedirme que olvide las tropelías del fenómeno y el daño causado a esta ciudad? Creo que JP aún tiene muchas cosas que explicar a los villalbinos y lo que me preocupa es que algunas de sus ‘víctimas’ empiecen a mostrar cierta compasión y admiración hacia su ‘ex amo’, lo que me hace intuir que pudieran estar afectadas por ese ‘virus maligno’ conocido como síndrome de Estocolmo”.