Los aullidos de Lobo Cojo

“Los villalbinos de bien llevaban bastantes años pidiendo a sus gobernantes que aprobasen de una vez por todos una ordenanza, como la que tienen la mayoría de los municipios españoles, que sirviera, al menos, para poner freno a los desmanes de aquellos que aún siguen creyendo que la calle es suya. La nueva normativa contó con el apoyo de PP y UPyD, mientras PSOE e IU, los primeros por acción y los segundos por omisión, la rechazaron. ¡Faltaría más! Si cuando gobernaron no hicieron nada al respecto, difícilmente iban a apoyar una propuesta que estaba precisamente apadrinada por los ‘peperos’, dice Lobo Cojo. Aún así, después de leer el articulado de la misma, yo echo de menos que no recoja específicamente las tropelías llevadas a cabo últimamente por algunos sindicalistas locales que, por el hecho de manifestarse, creen que vale todo, dedicándose a golpear algunos vehículos estacionados en la vía pública, haciendo pintadas en paredes y fachadas sin cortarse un pelo y colocando carteles y pegatinas en el mobiliario urbano. No creo que estos señores tengan ningún tipo de privilegio sobre los demás y confío en que se les aplique la ley como a todo hijo de vecino. Otro asunto: aunque intente evitar hablar sobre JP, la verdad es que el fenómeno cada vez me lo pone más difícil. Uno de mis confidentes me llamó ayer para decirme que nuestro ex se encontraba por la tarde en la plaza de Las Ventas presenciando, en compañía de su incondicional escudero Luisito, uno de los pocos ediles que aún le son fieles, la actuación de Morante y sus dos compañeros de terna. Bien, josepa, ya sabes aquello de genio y figura hasta en la sepultara. Y a ver quién te quita lo bailao”.