Se dan los primeros pasos para declarar la presa del Gasco como Bien de Interés Cultural
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La presa de El Gasco es uno de los mayores monumentos históricos de la comarca Noroeste de Madrid y, a la vez, uno de los más desconocidos. Tanto vecinos como dirigentes políticos de la región, incluidos los tres municipios sobre los que se extiende esta obra de infraestructura, han convivido de espaldas a este histórico enclave que incluye, no sólo la que iba a ser la presa más alta de su época, sino el trazado del Canal del Guadarrama que dio origen al represamiento del río del mismo nombre.
El pasado mes de marzo, el Ayuntamiento de Torrelodones dio el primer paso en la andadura que deberá recorrer el proceso de protección de este enclave. El grupo municipal socialista presentó una moción para solicitar a la Dirección General de Patrimonio que inicie los trámites de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la citada presa y el canal. Posteriormente, fue el Ayuntamiento de Las Rozas el que, también a propuesta de los socialistas, aprobó con apoyo de todos los grupos una moción idéntica. En este mismo sentido también se inició el proceso en el Ayuntamiento de Galapagar, donde el Partido Popular presentará una moción en el pleno que se celebra esta mañana.
Próxima visita de Patrimonio
En cualquier caso, y al margen de formalismos municipales, la realidad es que la alcaldesa de Torrelodones, Elena Biurrun (VxT), y el regidor de Las Rozas, José Ignacio Fernández Rubio (PP), ya se han reunido con la Dirección de Patrimonio de la Comunidad de Madrid para abordar este asunto. Visto el interés mostrado por la Administración regional, está previsto que su directora realice próximamente una visita para conocer el enclave y su entorno.
Pero el objetivo último de esta iniciativa no es únicamente conseguir un estatus de protección para esta histórica obra. Los verdaderos impulsores de esta iniciativa, los miembros de la Sociedad Caminera del Real del Manzanares, pretenden que esto se enmarque en un proyecto más ambicioso para todo el entorno de esta parte del río Guadarrama y su Parque Regional.
Su mayor atractivo es turístico
Decir que estos tres municipios han vivido siempre de espaldas a la gran presa y su canal no significa solamente que han despreciado una parte interesante de su historia, sino que han desaprovechado el que puede convertirse, sin duda, en su principal atractivo turístico.
El potencial que alberga este enclave ya fue estudiado y propuesto hace dos legislaturas a los mismos tres consistorios por la asociación conservacionista DP PHISNA. Sin embargo, y a pesar del interés inicial, los ayuntamientos no valoraron entonces las posibilidades de un enclave natural e histórico de estas características.
Transcurridos nueve años, la Sociedad Caminera ha retomado esta iniciativa de protección de nuestra historia y naturaleza para conjugarla con el beneficio para las empresas locales que supondrían las visitas a un centro de interpretación histórico-natural.
La modernización de España
La presa de El Gasco y el Canal del Guadarrama son una parte importante de un ambicioso proyecto de modernización de la España del siglo XVIII. El rey Carlos III se encontró con una sociedad y una economía bastante más atrasadas que el resto de Europa. Por ello, tratando de imitar el modelo francés de canales acuáticos para el transporte y el regadío, impulsó la construcción de algunos de ellos, como el Canal de Aragón o este del Guadarrama, que debía conectar con el Manzanares y el Tajo para comunicar con Lisboa. Incluso, se estudió la posibilidad de derivarlo hacia Sevilla.
El Banco de San Carlos contrató al ingeniero francés Carlos Lemaur y a sus cuatro hijos para buscar la mejor ubicación donde represar y reconducir aguas que aumentasen el caudal del Guadarrrama. El responsable del proyecto estudió la Sierra madrileña y finalmente decidió que el mejor río sería el Guadarrama; y el mejor punto para levantar su fantástica presa, el Estrecho de Peña (El Gasco).
La construcción pasó por varias fases de gloria y decaimiento hasta que, el 14 de mayo de 1792, una impresionante tormenta derrumbó parte del paramento de aguas abajo y el proyecto quedó definitivamente abandonado.