Tramos complicados en las carreteras de la zona

Los cambios de rasante y los accesos a las urbanizaciones suponen el mayor peligro, y precisamente en este último punto es donde el Equipo de Gobierno presidido por José Luis Fernández Quejo (PP) quiere que se actúe con mayor rapidez, tal como indicó en junio en una entrevista con El Faro del Guadarrama. Aunque el proyecto aún está por definir completamente con la Comunidad de Madrid, parece que incluiría en una primera fase carriles de aceleración en la salida de las citadas colonias. Por otra parte, en las cercanías de Guadarrama se están construyendo (ya en la recta final) dos rotondas para regular el tráfico en el acceso a la localidad. Otro de los tramos con mayor siniestralidad es el de la carretera entre Collado Villalba y Moralzarzal, sin olvidar que colectivos vecinales y grupos de la oposición han denunciado la peligrosidad de la vía a su paso por el casco urbano de esta última localidad. Poco más adelante, en la M-607 entre Cerceda y Colmenar Viejo encontramos otro punto negro, con numerosos accidentes, también denunciado como uno de los tramos más peligrosos para los ciclistas.

Finalmente, en el capítulo de obras, las más importantes son las de la variante de Galapagar, sólo a falta de algunos detalles, que permitirán descongestionar el tráfico en la M-505, a través de una vía que nacerá a la altura de la carretera de Villasolita y desembocará poco antes de El Guijo.