Carlos Soria parte hacia la montaña más temida
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Carlos Soria y su equipo titular, Tente Lagunilla, Sito Carcavilla y Dani Salas, entre otros, toman este lunes el avión rumbo a Katmandú, la capital de Nepal. Al oeste del país, en plena cordillera del Himalaya, les espera un macizo de 55 kilómetros coronado por seis picos; el objetivo es el más alto, el Annapurna, de 8.091 metros, la montaña con un mayor índice de mortalidad del planeta, con un 40%. Pese a ser sólo la décima más alta y ser el primer ochomil coronado en la historia (Maurice Herzog, 3 de junio de 1950), es el que tiene menos cumbres: poco más de 160 por las más de 2.000 del Everest. Allí mueren o desaparecen cuatro de cada diez montañeros; allí murieron los inolvidables Iñaki Ochoa de Olza y Tolo Calafat, entre 2009 y 2010. Pese a todo, Soria quita hierro. El de Moralzarzal considera igual de peligroso el Daulaghiri, la montaña que le ha rechazado en cuatro ocasiones y que pretende intentar de nuevo en esta misma expedición “sólo si el Annapurna se nos da bien”, puesto que los campos base de ambas montañas distan entre seis y ocho días de marcha, algo asumible. La expedición BBVA lleva permisos para ambas, lo que puede alargar la aventura hasta bien entrado el mes de mayo.
El 25 de abril puede ser el día
Soria y su expedición atacarán el Annapurna por “la vía histórica, su vertiente norte, que va por debajo del amenazador y temido Glaciar de la Hoz, lo que provoca muchas avalanchas y eso es lo que hace peligroso el ascenso a este pico”, según señaló esta semana Tente Lagunilla. El palentino cree que el Annapurna “técnicamente es sencillo, pero es peligroso por las avalanchas”. Carlos Soria señala que “por la ruta que vamos hay un peligro de avalanchas, pero solamente en una zona entre el campo 2 y el campo 3. Por eso, hay que intentar pasar por ahí una sola vez, cuando intentemos hacer cumbre”. Según sus previsiones, el intento podría ser el 25 de abril. Hasta esa fecha, la expedición cubrirá varias fases de aclimatación, empezando por un treking por el Everest hasta el 20 de marzo, y la posterior salida hacia el campo base, uno de los más bajos del Himalaya, a sólo 4.300 metros. Soria afronta el reto en forma, tras celebrar su 73 cumpleaños haciendo una carrera de 42 kilómetros de esquí de fondo en los Pirineos, y escalar en hielo en Noruega. Va preparado por si las condiciones son propicias para, una vez hollado el Annapurna, saldar cuentas con el Daulaghiri. “Si hay esa posibilidad la vamos a aprovechar”. La suma de todo daría casi tres meses de expedición. Casi nada.