El PSOE necesita una renovación de verdad

22 votos lo han hecho ganador después de que todas las puertas dentro del propio partido se inclinaron hacia la derrota -Felipe González en sus últimas elecciones generales o José Bono en el Congreso del PSOE que ganó José Luis Rodríguez Zapatero, por ejemplo, sin olvidar la derrota del 20-N-. Ahora ya es ganador, le ha costado, pero Alfredo Pérez Rubalcaba mandará en los designios socialistas en una época en la que se prevé que vivan en la oposición los próximos años, por lo que se intuye que los filos de navaja de afilan ya en la trastienda, antes de las escaramuzas. Y es que la victoria de Rubalcaba -igual que si hubiese ganado Carme Chacón- no ha hecho cambiar en nada las estructuras del Partido Socialista. La renovación con la que tanto se les ha llenado la boca a los dos candidatos a la Secretaría General ha brillado por su ausencia. Parece que el grito, porque ya no fue llamada, de las últimas elecciones generales no ha sido suficiente para que los dirigentes socialistas se hayan dado cuenta de que hace falta una renovación, pero de verdad.

En Madrid, el Partido Socialista tiene que afrontar a 30 días vista un Congreso provincial y ya de han detectado varios movimientos internos que hacen prever la presencia de varios candidatos a la secretaría general que ocupa actualmente Tomás Gómez quien, según dicen, controla la mayoría de las agrupaciones locales, sobre todo la de los pequeños municipios de esta región. Aún así, y caso de que el ex alcalde de Parla terminara perdiendo el puesto, es fácil intuir que quien le suceda intentará maquillar el continuismo con un halo de renovación, tal como ha sucedido tras el Congreso de Sevilla. Sin embargo, muchas de las bases socialistas vienen reclamando una regeneración total del partido para comenzar de cero y que los nuevos dirigentes se forjen en la travesía del desierto, que los expertos vaticinan larga y duradera, después de la herencia dejada por el zapaterismo.

Las primeras escaramuzas en el ámbito local y provincial no se han dejado esperar. Los afines a Rubalcaba han empezado a barajar nombres como alternativa a Tomás Gómez. De todas formas, si en los congresos locales la casta oficialista se saliera con la suya y en el ámbito regional y nacional Rubalcaba continuase llevando la voz cantante, la travesía del desierto del PSOE no va a ser larga, sino larguísima, porque el electorado no va a olvidar durante muchos años las dificultades económicas y laborales por las que atraviesa actualmente y quiénes fueron los que les llevaron a esta situación.