¿Entonará el PSOE alguna vez el ‘mea culpa’ por la desastrosa situación económica en el Ayuntamiento de Collado Villalba?

Entre las medidas figuraba una reducción salarial del 5 por ciento que afectaría tanto a los trabajadores municipales como a los concejales del Equipo de Gobierno, además de limitar las retribuciones de la oposición a los portavoces, mientras que el resto de ediles cobraría únicamente las dietas. Como ya ha ocurrido en otros ayuntamientos, la respuesta socialista ha sido la de asegurar que el Partido Popular intentaba estrangular económicamente su labor, pasando por alto en su diagnóstico que precisamente la gestión del PSOE los últimos 12 años ha conducido a la situación actual, con una deuda superior a los 110 millones de euros. Los hechos son estos, al igual que las cifras, por mucho que UGT se empeñe en minimizar la deuda y defender la actuación del anterior Equipo de Gobierno encabezado por José Pablo González, lo que no hace más que evidenciar la absoluta falta de independencia de este sindicato a la hora de desarrollar su labor.

Varias semanas después de que se plantease el ERE, el sindicato de cabecera del PSOE continúa amparando el despilfarro que durante años protagonizaron los socialistas, manteniendo entonces igual que ahora una escandalosa pasividad a la hora de denunciar los desmanes del Equipo de Gobierno, actitud que invalida éticamente cualquiera de sus afirmaciones, máxime a la hora de exigir responsabilidad a quien lleva al frente del Consistorio apenas unos meses cuando durante más de una década no fueron capaces de levantar la voz mínimamente para posicionarse en contra de las medidas emprendidas por el derrochador Gobierno socialista de González y compañía. Aún ayer, en el transcurso del pleno, los miembros de UGT jaleaban y aplaudían las intervenciones del actual portavoz del PSOE, Juan José Morales, sin que hasta la fecha les hayan pedido explicaciones por haber dejado el Ayuntamiento en una situación de auténtica ruina. Ahora, una vez rechazada esta última propuesta del Ejecutivo que preside Agustín Juárez, el ERE, salvo que se produzca una sorprendente vuelta de tuerca, parece entrar en su recta final, y lo hace sin que quienes han llevado las riendas de Collado Villalba durante años hayan hecho siquiera el amago de entonar el mea culpa.