Aprobado el proyecto para construir en El Robledillo

En la Comisión Informativa de Urbanismo, previa al pleno, tampoco se hizo mención alguna a estas alegaciones”, denuncian desde Proyecto Verde. Este colectivo envió el pasado viernes una carta a la alcaldesa, María Isabel Peces-Barba, solicitando una aclaración al respecto e indicando que la vulneración del procedimiento podría acarrear la nulidad de la aprobación en pleno de esta actuación.

Cambio de uso
La citada modificación propone el cambio de uso del suelo contiguo al actual polígono industrial, de manera que posibilitaría la construcción de 275 viviendas, de las cuales más de 150 serían en bloque.

Proyecto Verde muestra su satisfacción ante el hecho de que finalmente se haya descartado ampliar el polígono, pero considera que el número de viviendas planteado es excesivo y no se ajusta a las determinaciones de la Agenda 21 Local, que establecían un ritmo de crecimiento para el futuro PGOU de 150 viviendas anuales como máximo.

Por otra parte, según señala el grupo conservacionista de Colmenarejo, el nuevo desarrollo agravaría los problemas que los ruidos y el tránsito de los camiones ocasionan, tanto a los vecinos de la urbanización aledaña, Fuente del Conejo, como a los futuros habitantes de la zona. Y es que el único acceso al polígono industrial es a través de esta zona. Por ello, Proyecto Verde evidencia en sus alegaciones que el ordenamiento de la zona obliga a los responsables municipales a dar solución a las justas reivindicaciones de los vecinos y a habilitar accesos independientes para el polígono industrial.
“Urbanismo de parcheo”
Además, esta asociación ha expresado su preocupación por la ubicación de las futuras instalaciones educativas que, manifiestan, no deben coincidir con el actual polígono industrial ni estar en la proximidad de las líneas eléctricas que discurren por la zona ni tampoco, por supuesto, junto a una vía rápida. Según Proyecto Verde, la citada modificación no contiene tampoco la preceptiva Evaluación de Impacto Ambiental. Por último, el colectivo ambientalista destaca que hubiera sido “mucho más lógico incluir esta modificación en el planeamiento global de un PGOU, en lugar de continuar con el urbanismo de parcheo y modificaciones puntuales, tan nefasto para los intereses generales”.