Cuadrillero improvisa una hazaña en Vallecas
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Estadio del Rayo, poco después de las 6 de la tarde de Fin de Año. Juan Antonio Cuadrillero acaba de rebajar en nueve segundos su récord de la San Silvestre Popular, dejándolo en 30:30 minutos. Ha repetido el segundo puesto de 2010 y sólo lo ha superado, con 29:36, la locomotora marroquí, Anduar Dabab, ya triple campeón en Vallecas. Es el mejor español y es una hazaña en sí misma, teniendo en cuenta que está de médicos, tratándose un problema en la glándula tiroides y recuperándose de una bajada de hierro.
Sólo unas horas antes su concurso estaba en el alero. Su inseparable Roberto Sanz, compañero de trabajo en Guadarrama, el amigo que controla sus entrenamientos desde la mountain bike, asegura que esa mañana “estaba tirado en el sofá, con dolor de cabeza. A eso de las dos de la tarde fue cuando me dijo que íbamos a correr en Madrid”. Lo ha hecho a 3:02 minutos el kilómetro y ha dejado atrás 31.489 corredores, pero quiere más.
Comienza la contra reloj
Es entonces, tras las felicitaciones y las entrevistas en meta, cuando decide improvisar, mientras “echa a rodar” camino del coche de Roberto, aparcado “a dos o tres kilómetros”, cerca de las instalaciones de Tajamar. “Me pregunta si tengo el dorsal de la Internacional en el coche y que si nos daría tiempo a acompañar en la carrera a Rodrigo -Ares, compañero de Guadarrama, que viene de hacer segundo en la matutina San Silvestre de Las Rozas-”. Todo sucede tan deprisa que en ese momento se inicia una contra reloj, calculada por Cuadrillero en una hora y diez minutos, para llegar al Bernabéu y tomar la salida. Otra vez. Cogen el coche hacia las 18:30 para volver a Vallecas y, con las prisas, cometen dos errores: creen que la salida de la Internacional es a las 19:30, es decir, media hora antes de lo oficialmente marcado, y fallan al escoger el itinerario de Metro más rápido, porque piensan que la estación de Concha Espina es más cercana a la salida que la del Santiago Bernabéu. “Nos metimos en el Metro saltando escaleras. Parecíamos delincuentes”, dice Roberto. Fueron dos trasbordos, en Pacífico y Avenida de América. Pasillos, escaleras y más pasillos. Es lo que tiene bajar a la línea Circular, la más profunda de Madrid. Cuadrillero explica que “al salir en Concha Espina preguntamos, porque no sabíamos en qué dirección quedaba el estadio. Eran como las 7 y cuarto y corrimos el kilómetro que quedaba”. Roberto puntualiza que “salimos del Metro ya en tirantes y pantalón corto y Juan llegó a la salida a y veinte, ya sin ropa para abrigarse. Entonces se enteró de que faltaba media hora”. Cuadrillero pinta la situación: “Estaba helado de frío, así que pasé la media hora que quedaba sin parar de correr”. No estira porque el frío no le permite parar. Se posiciona en “sexta o séptima fila”, varios metros por detrás de los Jesús España, Chema Martínez, Marta Domínguez y la cohorte africana. “Fue complicado, porque te pasan por todos los lados, hay muy poco espacio”, sigue Cuadrillero. El problema se disipa cuando el motor entra en calor camino de Cibeles, a la altura del kilómetro 2. “Vi que iba bien, que podía forzar cambios de ritmo. Me animé. Iba pasando gente”. 541 atletas de gran nivel llegaron a la meta del Estadio del Rayo. Cuadrillero fue el 24º, con 30:56, ¡a 3:05 minutos el kilómetro! “Me pregunto qué hubiera pasado si la hubiera preparado, sin tener problemas físicos .. No sé”. Cuadrillero calcula que esa tarde corrió unos 36 kilómetros, sumando todo. Quizá un maratón entero, teniendo en cuenta los condicionantes de estrés. “Estoy muy contento con los resultados. Pero tampoco tengo conciencia de haber hecho nada especial: llegamos, corrimos y nos fuimos”. Amén.
La otra carrera de Cuadrillero
3 17:30 horas: Toma la salida en la San Silvestre Popular (10 km.)
3 18:00 horas: Llega a la meta segundo marcando 30:30 minutos
3 18:05 horas: Concede entrevistas a la televisión y es felicitado por su mujer, Arancha, y su amigo Roberto.
3 18:15 horas: Cuadrillero y su gente van a rodar 20 minutos, camino del coche, situado a tres kilómetros en dirección Moratalaz.
3 18:45 horas: Cuadrillero decide correr la Internacional para acompañar a Rodrigo Ares. Pregunta por su dorsal.
3 18:46 horas: Toman el Metro en la estación de Portazgo. Trasbordarán en Pacífico y Avenida de América.
3 19:15 horas: Salen por la boca de Metro de Concha Espina, pero corren en dirección opuesta a la salida. Preguntan y toman el camino correcto.
3 19:25 horas: Cuadrillero llega a la salida con 35 minutos de adelanto, que dedica a correr para no enfriarse.
3 20:00 horas: Toma la salida de la Internacional desde la séptima fila.
3 20:31 horas: Cuadrillero culmina la gesta siendo 24º con 30:57 minutos.