Un acuerdo de integración que aporta seguridad y estabilidad al Ayuntamiento de Galapagar
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Más que un pacto de gobierno, el acuerdo entre el Partido Popular y el Partido Demócrata de Galapagar supone la integración del segundo en el primero; o, lo que es lo mismo, el regreso a la disciplina del PP de José Luis González, que fue alcalde en el segundo tramo de la legislatura 2003-2007 -además de un buen concejal de Deportes-, para después ser apartado en el último minuto de la candidatura para las municipales. Por encima de la sorpresa expresada por algunos, la afinidad ideológica existente entre ambas formaciones, que se había traducido ya en el apoyo a numerosas propuestas del Ejecutivo que preside Daniel Pérez, ha hecho que la lógica se haya impuesto a las divisiones existentes en el pasado, algo que en política no siempre es fácil de lograr. Se cierra así una aventura independiente que ha durado menos de un año, con el aval de haber sido la segunda fuerza más votada en los comicios del 22 de mayo. La unión de PP y PDGA, tal como subrayó el alcalde, rubrica la posición dominante del centroderecha en Galapagar, expresada de forma mayoritaria en la referida cita con las urnas. En este contexto, resulta llamativo que sea ahora el PSOE el que se lleve las manos a la cabeza y hable de engaño a los vecinos cuando en los últimos años ha sido protagonista de un cuatripartito que reunió a grupos de todo tipo con la única intención de tumbar el Plan General y apartar al PP del poder, pero sin profundizar en ningún caso en un programa común que redundará en beneficio de los galapagueños. El acuerdo que ahora se ha hecho oficial, en el que se venía trabajando desde hace semanas, supone una noticia positiva en términos de estabilidad para un Ayuntamiento en el que este término no es del todo habitual. En una situación tan complicada como la actual, donde la responsabilidad se antoja imprescindible por encima de posiciones personales, la reforzada mayoría absoluta del Ejecutivo popular aporta seguridad para afrontar un futuro decisivo para la localidad, con numerosos proyectos en la agenda política del Gobierno que de este modo se aseguran su viabilidad.
Por otra parte, la manera en que se ha superado el enfrentamiento que se vivió en su día quizá deba servir de ejemplo a otros municipios de la zona, caso de Guadarrama, donde la división en el PP también propició la creación de un grupo independiente -actualmente en el poder-. Se trata, en definitiva, de remar en una misma dirección, de olvidar intereses partidistas, de cerrar heridas y, sobre todo, de pensar más que nunca en el interés general de los vecinos.