Feria de Otoño: López Chaves se impone a los “adolfos”, cuajando una gran faena que malogró con la espada, mientras que Perera cortó una oreja de fuste

En este festejo hay que lamentar la grave cornada sufrida por el diestro navarro Francisco de Marco, por un complicado astado de José Luis Pereda. Precisamente este toro remendaba el encierro de Sepúlveda de Yeltes, un animal con genio que prendió a Marco de una forma espeluznante, viviéndose momentos angustiosos e infiriéndole dos cornadas en el muslo derecho; una de ellas provocó grandes destrozos. El sexteto anunciado de Sepúlveda no dio ninguna facilidad, ya que fue un desfile de animales mansos, parados y que se defendieron de mala manera. Sin embargo, Torres Jerez volvió a dar un serio toque de atención en Madrid, demostrando ser un torero muy válido y con cualidades sobradas para circular por las ferias. Perdió la oreja del quinto de la tarde por sus fallos con el acero.

El Puerto vuelve a triunfar
El sábado 7, ya dentro de la Feria de Otoño, se lidió una excelente corrida de toros del Puerto de San Lorenzo, con tres animales de muy buena nota. Perera se llevó la oreja del sexto, que paradójicamente no fue de los mejores astados de la tarde, pero tras un comienzo de faena de altos vuelos compuso una faena valerosa, donde aguantó parones y miradas para ligar tandas con temple y tras prender una estocada paseó una meritoria oreja. El mejor lote fue para Matías Tejela. Su primero, con el hierro de la Ventana, tuvo movilidad y trasmisión, componiendo el espada una faena de más a menos donde le faltó mayor redondez. De todas formas, hubiera paseado la oreja si llega a estar más acertado con el acero. Su segundo también fue un toro potable y con clase, pero el madrileño estuvo rápido y desacertado con el acero. Luis Francisco Esplá realizó una faena breve al primero de la tarde, que tuvo un gran pitón izquierdo y al que no acabó de exprimir. El domingo 8 se cerró el ciclo con los toros de Adolfo Martín. El ganadero de Galapagar envió en esta ocasión un encierro desigual tanto de presencia como de comportamiento, destacando 1º y 6º. El gran triunfador de la tarde a pesar de no obtener premios por culpa de la espada fue López Chaves. El de Salamanca estuvo impresionante con el sexto, al que le aguantó parones escalofriantes y miradas. Este inicio de faena fue básico para hacer que el Adolfo se entregara y sacara el gran fondo que tenía. Una vez el toro dominado, Chaves le cuajó varias tandas sobre la mano zurda de gran largura, cabeza y sobre todo mucho valor y mérito. El toro humillaba con temperamento y fue una pena que le pinchara, porque había premio gordo. “El Fundi” estuvo francamente bien con el primero, un animal encastado y con chispa pero al que le faltó fuerza. Estuvo muy profesional y capaz, recibiendo una ovación. Encabo, se llevó un lote complicado y estuvo inseguro y poco firme.