Austeridad y equilibrio, claves presupuestarias en Villalba

El Ejecutivo que preside Agustín Juárez aprobó ayer sus primeros presupuestos, que ascienden a 49 millones de euros, un 20 por ciento menos que el presente ejercicio, lo que supone un considerable tijeretazo, tal como ya había advertido el propio regidor desde que tomó posesión hace medio año. La grave situación de las arcas municipales tras 12 años de gobiernos socialistas hacía imprescindible emprender este recorte, con el objetivo último de buscar un equilibrio presupuestario que el PSOE de José Pablo González incumplió sistemáticamente, haciendo del despilfarro su mayor seña de identidad. Con una herencia de más de 110 millones de deuda, el PP apenas tiene margen de maniobra: aumento de ingresos y, sobre todo, contención del gasto. Es la única salida posible y así lo ha entendido el Equipo de Gobierno, decidido a acabar con las fantasías presupuestarias del pasado, en donde los desfases e incumplimientos estaban a la orden del día, desde el contrato del servicio de basuras o la comunidad de propietarios del edificio de Juventud. La creación de un Plan de Inspección para atajar el fraude fiscal o la mayor transparencia de las partidas, ajustándose a la realidad de Collado Villalba, son algunas de las medidas -alabadas incluso por los grupos de la oposición- que se han puesto en marcha, indispensables para enderezar el rumbo de un Consistorio que el PSOE dejó a la deriva.

En este contexto encaja igualmente el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se ha visto obligado a realizar el Ayuntamiento, así como otras complicadas decisiones, entre ellas el más que posible cierre de la radio municipal -o bien su completa reconversión-. En un tiempo en que la austeridad debe ser el eje central de la gestión política, es fundamental establecer prioridades, y sin duda que este tema no lo es, más aún teniendo en cuenta el deterioro que venía sufriendo desde hace años, sin que los que ahora se lamentan hicieran nada por evitar esta situación.