Todos a una

El toreo se ha vuelto un poco loco. La plaza de Las Ventas de Madrid es un tesoro tan deseado, a pesar de las quejas por el pliego, que todos la quieren alcanzar. La noticia de la unión entre José Antonio Martínez Uranga, Simón Casas y Antonio Matilla para concursar de forma conjunta ha sido algo inesperado. Difícil de digerir. No se unirán a través de una UTE .Taurodelta será quién licitará y el resto colaborará, aunque adelantan que los cuatro -con el hijo de José Antonio, Manuel- estarán para todo. Los rivales se unen y forman una piña para tener casi todas las papeletas del bombo. Si la Casa Lozano no puede presentarse y Canorea tampoco, ¿quién más puede hacerlo? Siempre nos quedará París, o Tomás Entero, pero a este no le apoya esta vez ni Alain Lartigue, su socio de la última licitación venteña -que tenía la experiencia suficiente-, pero que ha declinado tomar parte en un concurso que cada vez queda más despejado.

Esta unión de los grandes puede ser beneficiosa. No lo dudo. Cuántas más cabezas pensantes al frente de Madrid, mucho mejor para encajar un puzzle tan complejo como este. Es como si ahora el PP, PSOE e IU se unen por coger el Gobierno. Los tres mandamases del toreo, con conceptos distintos distintos y finalidades diversas, pugnan de la mano por alcanzar su anhelado sueño.

Si es por la Fiesta, por el momento crucial que atraviesa, me parece extraordinario. La unión hace la fuerza. Ojalá Uranga, Casas y Matilla luego remen en la misma dirección. Esperemos que luego no acaben todos rebotados. Los matrimonios de conveniencia con pensamientos tan diferentes pueden acabar mal. De hecho, José Antonio y Simón ya acabaron en los tribunales. Miedo da.