Desconfianza hacia ETA

Son, como se dice en mi pueblo, más simples que el mecanismo de un calcetín, y lo peor de todo es que hacen escuela. “De ETA me fío porque ofrece mucha confianza. Donde pone el ojo, pone la bala, y como se le meta una cosa en el cabeza, hasta que la consigue no para”. De este modo podría entenderse que alguien prefiera tenerlos más como socios que como enemigos, pero dentro de poco los que así piensan se darán cuenta de lo mucho que estos individuos que se dedican a dar comunicados, con chapela y la cara tapada, les han engañado y del alto precio político que pagarán por ello, no sólo en las urnas, sino también en la consideración de la historia. Pasa algo similar con los niños. Quien con etarras se acuesta, orinado se levanta.

Como dice Santiago Abascal, quien tenga algo de respeto por la lucha de los demócratas, que no ose felicitarse, ni a sí mismo, ni a nadie de su entorno, por semejante pantomima.

Quienes desde la legalidad exigían a gritos que hubiese vencedores y vencidos, se han salido con la suya. El único inconveniente de todo esto es el papel de vencido que les ha tocado a ellos. Es lo mismo que te puede ocurrir con un Gobierno relativista, quedabién y melífluo. Que te fíes de ETA.