Las irregularidades en la gestión del dinero público exigen que los políticos asuman sus responsabilidades

El Tribunal de Cuentas ha admitido a trámite la denuncia presentada hace unas semanas por el alcalde de Collado Villalba, Agustín Juárez (PP), por las presuntas irregularidades detectadas en el área de Hacienda, entre las que se contaban contratos verbales al alza con una consultoría urbanística, el convenio del IVIMA o la subvención para la construcción del Teatro sin Barreras, que el anterior Equipo de Gobierno del PSOE destinó a pagar los intereses bancarios de los muchos créditos concedidos a un Ayuntamiento que los socialistas dejaron con una deuda de 110 millones de euros. No es baladí que al frente del área de Hacienda estuviera el aún concejal José Antonio Gómez Sierra, cuya lista de despropósitos continúa en un suma y sigue cuyo fin está lejos de divisarse. Es el mismo edil, recordemos, que se fue de vacaciones a Punta Cana con uno de los constructores del túnel-parking de Honorio Lozano, a quien también compró luego una vivienda en “El Palacio del Tomillar” a través de su empresa fantasma. De este caso ofrecemos nueva información en esta edición de El Faro del Guadarrama: Gómez Sierra formó parte de la Junta de Gobierno que aprobó el proyecto de reparcelación y concedió la posterior licencia de obra de esta promoción, cuando por un mínimo de higiene política debería haberse ausentado de las reuniones, al tratarse de un tema que le afectaba de forma personal. No lo hizo, actuando una vez más como si fuera uno de los amos del cortijo, del mismo modo que tampoco ha pedido perdón a los ciudadanos de Collado Villalba por el despilfarro perpetrado los últimos años. Por eso, cuando el actual alcalde pide la inhabilitación para ejercer cargo público de los implicados e incluso la restitución del dinero malgastado no nos encontramos ante una boutade, sino que es la necesidad de que quienes han llevado las riendas del Ayuntamiento durante más de una década, con las consecuencias que ya conocemos, asuman sus responsabilidades de forma efectiva, aunque para esto será necesario introducir cambios en la legislación que algunos partidos ya han reclamado. Y lo más sangrante es que, después de todo, sigan viviendo a costa del dinero de todos los villalbinos.