Militantes del PSOE quieren que el partido expulse a Gómez Sierra
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
En la información publicada el pasado viernes por El Faro del Guadarrama desvelábamos con todo detalle la compra de un piso realizada el 8 de febrero de 2005 por el concejal socialista José Antonio Gómez Sierra a través de su empresa ‘fantasma’, Aldalea Business S.L, a la promotora IGS-Villalba en el residencial conocido como “Palacio del Tomillar”, situado en la calle Ramón Fernández Soler, por importe de 312.526 euros, más IVA, de los cuales previamente la citada empresa había entregado la cantidad de 62.506 euros (así lo recogía el contrato de compra-venta).
El hecho de que los propietarios de dicha promotora fueran José Carlos Gómez Paredes, accionista único de Cover Villalba Construcciones, y Evaristo Núñez Milara Sánchez, ex editor del periódico ‘El Telégrafo’, empresarios con los que el ex alcalde, José Pablo González Durán, y su familia pasaron las navidades de 2006 en un lujoso hotel de Andorra, provocó una gran expectación en nuestra comarca, tanto que a media mañana del pasado viernes apenas había ejemplares de nuestro semanario en los puntos habituales de distribución. Es bueno precisar que fue el concejal Gómez Sierra quien viajó, junto con su familia, a Punta Cana en el año 2004, invitado por Gómez Paredes, según desvelaba el diario ABC el 7 de febrero de 2011 bajo el título “La conexión Villalba sale del túnel”, donde político y empresario aparecen posando en el aeropuerto de esa ciudad caribeña; una información que provocó numerosos comentarios en este municipio.
También fue noticia el anunciado abandono por parte de este edil de la política activa. Sin embargo, sus implicaciones posteriores en el ‘Caso Villalba’, donde su compañero y alcalde, José Pablo González, aparecía como primer figurante de esta lamentable historia, provocó el efecto contrario y Gómez Sierra, en vez de cumplir su promesa, dio marcha atrás, anunciando que se presentaría a las elecciones municipales del 22 de mayo. Alguien dijo por entonces que el caso Gómez Sierra era uno de los más paradigmáticos de la precampaña y campaña electoral en toda la zona del Noroeste. “La primera mentira electoral del PSOE villalbino la personalizó él”, comentaban algunos, al desoír las recomendaciones no soló de sus compañeros de partido, sino de su propia Ejecutiva que terminó haciendo mutis por el foro cuando Sierra amenazó con “tirar de la manta” si no le incluían entre los seis primeros de la lista. Y se salió con la suya. ¿Que habría, pues, debajo de esa ‘manta’?
Amo y señor
Alguien escribió, aunque estas líneas no llegasen a salir a la luz pública, que al todopoderoso Gómez Sierra le traía sin cuidado lo que opinaran los dirigentes del PSOE local, que ni siquiera sus amenazas le alteraban el sueño: “Su manera de aferrarse al despacho oficial invita a rebuscar explicaciones en otros menesteres -decía el periodista anónimo- y estos sólo pueden apuntar al control de la información relacionada con las áreas de Urbanismo y Economía-Hacienda. Por eso, y aun comprendiendo como nadie lo comprometido de su situación actual y el riesgo real de que, más pronto que tarde, comiencen a circular dossieres con su nombre que, habitualmente, emergen desde las filas del enemigo, es decir, desde su propio partido, no va a perder ni un minuto de su tiempo en ese particular”.
Su conocida prepotencia le permitió en muchas ocasiones salir airosamente del atolladero. Recordemos sus pronunciamientos sobre el túnel de Honorio Lozano, donde siempre negó la mayor; sus descalificaciones a la oposición cuando los portavoces de estos grupos denunciaron un déficit municipal cercano a los 100 millones de euros. ¿Y qué me dicen de su respuesta al viaje de Punta Cana? “Mis hijos y los de José Carlos Gómez son amigos y compañeros de colegio, de ahí nuestra amistad”, señaló en el pleno. En esos momentos debía saber que sus presuntas responsabilidades judiciales estaban prescritas, pero de lo que no está exento es de las responsabilidades políticas, un hecho no menos importante, y esas nunca prescribirán mientras ejerza un cargo público.
Muchas incógnitas
La situación, por tanto, empieza a complicarse hasta el extremo de que sus compañeros de partido, por un lado, y los del grupo municipal, por el otro, están haciendo piña para que la Ejecutiva socialista le incoe expediente disciplinario, paso previo a su expulsión del partido, lo que conllevaría, caso de que insista en mantener la credencial de concejal, que Gómez Sierra tuviera que pasar al grupo de no adscritos (antes mixto) en el seno corporativo. Pero el asunto se nos antoja bastante complicado porque el aún edil socialista conoce las ‘debilidades’ de la mayoría de los que ‘cortan el bacalao’ en el PSOE local, de ahí su incapacidad moral para ponerle firmes. “Nuestro partido no puede seguir tolerando situaciones de esta índole que sólo sirven para desprestigiarnos a todos. Si la Ejecutiva no tienen fuerza moral para abrir expediente de expulsión al compañero Sierra, que dimita. De lo contrario, al final se van a encontrar más solos que la una. Algunos de nuestros concejales ya nos han hecho saber que no van a estar con él en reuniones y plenos”, manifestaron a este periódico varios militantes del PSOE que nos pidieron no hacer públicos sus nombres para evitar posible represalias.
Aún así, El Faro del Guadarrama mantiene abierta la investigación sobre la compra del piso en el residencial “Palacio del Tomillar” a fin de averiguar quién es su propietario/a actual o si el pago de los 62.506 euros está contabilizado en los libros de dicha promotora. También sería bueno saber cómo una empresa con 3.000 euros de capital social puede, dos o tres meses después de ser adquirida, desembolsar más de 60.000 euros en la compra de un piso aún sin construir.