Identificar los problemas para buscar soluciones: la seguridad, una de las prioridades del nuevo Ejecutivo de Collado Villalba
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Een los seis días que han pasado desde que el sábado se celebró el pleno extraordinario de constitución de los nuevos ayuntamientos es materialmente imposible que se hayan podido adoptar decisiones de entidad, pero sí que se han producido ya algunos hechos que pueden ser bien significativos de cara a la legislatura recién iniciada. En Collado Villalba, donde se ha registrado el vuelco más importante de la Sierra -y uno de los más destacados de la Comunidad de Madrid-, el alcalde, Agustín Juárez, ha dedicado su primer acto a la seguridad. Por un lado, comprobando de primera mano la lamentable situación de las instalaciones de la Policía Local, hecho denunciado reiteradamente por el sindicato CPPM, y comprometiéndose a realizar de manera urgente algunas mejoras que se antojan imprescindibles. En todo caso, la solución definitiva ha de pasar por desbloquear la paralización de las obras del nuevo edificio que se estaba construyendo en la zona de Los Belgas, algo para lo que ya se ha puesto en contacto con la Comunidad de Madrid.
Pero aún más importante es el hecho de haber iniciado su andadura con una visita a El Gorronal, asegurando que no descansará hasta que éste sea un barrio seguro. Después de meses de abandono, el hecho de que un dirigente político haya bajado a la calle para hacer frente a la problemática de la seguridad ya es un síntoma de que este tema está entre sus prioridades. De nada vale mirar hacia otro lado, como ha ocurrido tantas veces a lo largo de los últimos años, sino que para, hacer frente a la realidad, el primer paso es identificar y asumir los problemas que sufren los ciudadanos en su día a día, entre los que está sin duda el de la delincuencia, que tiene en el ‘trapicheo’ de droga, con algunos escenarios bien identificados, uno de sus mejores ejemplos. A partir de ahora es el momento de pasar de las palabras a los hechos, puesto que los vecinos de esta popular barriada villalbina se han hecho expertos, a su pesar, en ser destinatarios de promesas incumplidas, aguardando desde hace años una regeneración que nunca acaba de llegar. Es época de llamar a las cosas por su nombre, lo mismo en este caso que en el de la precaria situación de las arcas municipales, que esta semana ya se ha cobrado su primera víctima en forma de rescisión del contrato del Granito Rock. Son decisiones impopulares pero obligadas en una coyuntura como la actual. Tan importante será adoptarlas como explicarlas adecuadamente a los ciudadanos.