El barómetro
Año de notable, sin apostar al sobresaliente
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La sexta posición del primer equipo, la sufrida permanencia del filial en Segunda y el ascenso del Juvenil A a Autonómica, la tercera categoría nacional, son los datos de cierre del balance deportivo del CUC Villalba en la temporada que ahora termina. El saldo supone un espaldarazo al proyecto de la directiva encabezada por Jacinto Mayoral, que cumple con el objetivo del salto de calidad, tanto en la élite como en la base, y una garantía de que la buena línea emprendida en los despachos tiene extensión en el terreno de juego. No hay que olvidar que, a la ardua tarea de sanear las cuentas y recuperar la masa social, Jacinto Mayoral y sus directivos suman una larga lidia en los juzgados con la envenenada herencia de sus predecesores, en forma de denuncias de jugadores por el impago de sus contratos. Para el presidente, la situación ha sido especialmente dura, máxime cuando su directiva ha ido menguando en efectivos útiles en la gestión a medida que avanzaba el curso. Desde ese punto de vista no es extraño que las primeras noticias de la postemporada hablen más de refuerzos en el apartado directivo, que deben consumarse en breve, que en la parcela deportiva.
En suma, todos estos detalles conforman una temporada elogiable en lo global que no debería verse demasiado empañada por el famoso paso en falso de la rectificación en el cambio de entrenador, pues no existían garantías de que el Villalba hubiese ascendido sin Rodolfo Urías. En cambio, sí había muchos indicios de que al equipo se le podía haber sacado más jugo para pasar del notable al sobresaliente. Queda ese poso.