Martín Chirino y Paloma O’Shea, ‘Honoris Causa’ por la Nebrija
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La Universidad Nebrija ha investido como Doctores Honoris Causa a Paloma O’Shea, presidenta de la Fundación Albéniz, y al escultor canario Martín Chirino. La ceremonia, celebrada en el campus de La Berzosa, ha servido para reconocer la aportación de los nuevos doctores a la vida cultural y artística de nuestro país.
Tras la laudatio que le dedicó Antonio Garrigues Walker, presidente del Patronato de la Universidad Nebrija, Paloma O’Shea se mostró agradecida por la distinción, recordando los ejes fundamentales de su vida: “Todo lo que he hecho, mucho o poco, ha sido con el corazón, y en favor de mis dos grandes pasiones, la familia y la música”. Tras criar a sus seis hijos, se marcó un reto: “Quería que en mi país la música tuviera un peso adecuado. En los años 70 no había estructuras para desarrollar el talento y me lancé a contribuir en la mejora del sistema de educación musical. Había que crear un nuevo modelo pedagógico, que fuera referente. El avance en estos años ha sido grandioso. Hay nuevas generaciones de músicos en España, orquestas, escenarios, y el público está respondiendo. Aportar mi granito de arena en esta tarea es una de las grandes satisfacciones de mi vida”.
Por su parte, introducido por Ladislao Azcona, conocido periodista y Patrono de la Universidad Nebrija, el escultor Martín Chirino, también agradecido por el reconocimiento, afirmó que toda su obra se basa “en la capacidad de soñar, como cuando de niño me tumbaba en las playas canarias observando el horizonte”. Subrayó la importancia de su tierra, sus orígenes, en su forma de entender el arte, y en el elemento nuclear de sus esculturas: “La espiral, como alegoría del viento”. Definió sus singulares obras como “esculturas que demandan libertad por sí mismas, con características básicas como la sobriedad y la sencillez”. Su discurso tuvo siempre muy presente a Canarias, su tierra, madre de una obra que, como dice Chirino, “está recorrida por un hambre de belleza”.
En el contexto del ritual que caracteriza a este tipo de ceremonias, Paloma O’Shea y Martín Chirino recibieron los símbolos propios de la investidura junto con la medalla representativa del sello de la Universidad Nebrija, además de realizar su juramento como Doctores Honoris Causa.