Manzanares y Alejandro Talavante vuelven a destacar en el segundo tramo de San Isidro

El segundo tramo de la feria de San Isidro no ha tenido tantos triunfos como en su primer tercio, pero también se han visto muchas cosas. Se mantiene el buen nivel que se está viendo en esta feria, merced a los primeros espadas, que están adquiriendo un gran compromiso, aunque hay un lunar muy negro: la mala presentación de varios encierros. Algunos no están pasando el fielato ganadero y se están recomponiendo muchas corridas. La plaza de Las Ventas es la más importante y merece una presentación del ganado muy superior a lo que está saliendo por chiqueros.

Alejandro Talavante y José María Manzanares volvieron a destacar. Fue el viernes 20 de mayo con la corrida de Parladé. Por su fallo con la espada Talavante perdió la puerta grande, pero su faena tuvo un altísimo nivel frente a un toro con movilidad y genio. El extremeño en la primera parte de la faena le pudo y posteriormente le cuajó sobre ambas manos, destacando el toreo profundo y reunido sobre la mano zurda.

José María Manzanares cortó un trofeo, pero posiblemente toreó mejor y más despacio que la tarde que salió a hombros con los toros de Cuvillo. Hubo mucho relajo y empaque en una faena preñada de sabor y rubricada con un espadazo.

Un trofeo de menos peso se llevó Sebastián Castella, en virtud a una faena de quietud rematada de una buena estocada.

La corrida del Puerto de San Lorenzo jugada el jueves 19 de mayo estuvo al límite de presentación y sacó poca energía y fuelle. El Cid se reencontró y consiguió tocar pelo. El toro tuvo calidad y el torero sevillano le administró muy bien los tiempos, toreando con temple y ligazón. La estocada fue arriba.

El martes 24 la decepción fue mayúscula, con un lote de El Torreón muy descastado y desfondado que sustituyó al rechazado de Román Sorando.

Juan Mora dejó detalles con la capa y sólo pudo esbozar algún pase suelto de mucha enjundia. José María Manzanares se topó con un sobrero de Carmen Segovia y con otro del hierro titular muy aplomados y que no dieron facilidades al torero alicantino.

Cayetano Rivera dejó una triste sensación en su única inclusión en el abono. Debió andar mas resolutivo con el sexto y terminar de echar la moneda al aire ante un toro que resultó reservón.

Otra decepción fue la corrida de Partido de Resina que se jugó el domingo. Tan sólo se lidiaron cuatro toros y hubo un remiendo de Nazario Ibáñez más un sobrero de Los Chospes. De pésimo comportamiento todos, el mejor fue el sobrero, que al menos tuvo movilidad.

Serafín Marín dio una vuelta al ruedo mostrando una tarde más en Las Ventas sus progresos y su valor. El mexicano Ignacio Garibay sufrió una aparatosa cornada que le atravesó el muslo. Antes había estado muy dispuesto y firme sin venirse nunca abajo.

La corrida de la prensa celebrada el miércoles 25, tuvo uno de los toros más bravos e importantes de la isidrada. Arrestado, un gran astado de Alcurrucén, al que Sebastián Castella consiguió cortarle una oreja. Toreó bien sobre la mano derecha y con la personalidad y frialdad que caracteriza al torero francés. El toro duró muchísimo y la faena fue muy larga. El espadazo fue de libro.

El resto de la corrida no fue igual. Sólo el toro de la confirmación de Josito Adame fue de los más claros y el diestro le compuso una faena de más a menos que no terminó de prender la mecha. Se arrimó con agallas ante el áspero sexto.

Miguel Ángel Perera, con un lote deslucido, pasó de puntillas una tarde más en Las Ventas.

La novillada picada de Montealto celebrada el lunes 23 estuvo bien presentada, pero sólo el segundo novillo fue bravo y con raza. Sergio Flores estuvo muy valiente en una faena llena de ganas en la que trató siempre de canalizar las fuertes embestidas del utrero. Tras agarrar una buena estocada se le pidió la oreja, pero al final sólo saludó una ovación desde el tercio.

A López Simón le faltaron ideas y no terminó de conectar con el tendido, mientras que Thomas Duffau no consiguió mantener el interés con el lote de menos cualidades.

El festejo de rejones del sábado 21 se saldó con la puerta grande de Diego Ventura, que cortó una oreja a cada toro tras dos faenas efectistas y que conectaron mucho con el tendido.