Balance de legislatura (I)
Del dicho al hecho...
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 22 de mayo pueden poner el punto y final a 12 años de Gobierno socialista al frente del Ayuntamiento de Collado Villalba. Y todo indica que esto se va a producir entre la indiferencia de una gran parte de aquellos villalbinos que, en la última década, han venido respaldando en las urnas al PSOE, un posicionamiento que viene a ratificar el distanciamiento existente entre gran parte de los vecinos de esta localidad y sus dirigentes políticos. Al margen de la incidencia que haya podido tener en todo ello el aún no cerrado ‘caso Villalba’ a raíz de la publicación en los diarios ABC, La Razón y el semanario El Faro del Guadarrama de las fotografías donde aparecía el alcalde, José Pablo González, y su familia, celebrando la Nochevieja de 2006-07 en un hotel de Andorra, acompañado por dos conocidos constructores de esta localidad (José Carlos Gómez y Evaristo Núñez Milara), el primero de ellos propietario de la empresa Cover, que junto con Ortiz Construcciones fue la adjudicataria de la construcción del túnel-parking de Honorio Lozano, y el segundo, su socio en la promotora local IGS-Villalba y actual editor de el periódico El Telégrafo, medio de cabecera del regidor en estos últimos seis años, el citado distanciamiento también puede tener su origen en la actitud pasiva del Gobierno socialista a la hora de abordar los problemas más graves que viene sufriendo este municipio en los últimos años (paro, inseguridad, subida de los impuestos, suciedad, deterioro de gran parte de las infraestructuras básicas, tráfico, etc.), mientras la cúpula dirigente de este Consistorio se dedicaba a crispar política y socialmente a sus representados con una gestión en la que primaba el rechazo sistemático a las propuestas de los grupos de la oposición o a las realizadas por algunos colectivos ciudadanos, lo que sin duda ha agravado la convivencia entre los propios villalbinos. Obviamente, poco se puede esperar de aquellos gobernantes que no cumplen con sus responsabilidades y actúan con ligereza y prepotencia, impericia o desidia, que de todo ha habido en estos cuatro años.
Incumplimientos
Y con estos mimbres era lógico que el ‘cesto’ fabricado por José Pablo González y sus compañeros de Gobierno careciera de la más mínima solvencia, sobre todo si a ello le añadimos los enfrentamientos habidos con sindicatos, con ciudadanos no afines a la causa josepablista, la persecución y discriminación laboral en el seno municipal, las continuas privatizaciones, el despilfarro... En fin, nada que ver con las promesas que el regidor realizó poco tiempo después de revalidar el cargo en mayo de 2007 con una amplia mayoría absoluta, tal como pueden observar:
“Potenciaremos, decía González (21 septiembre de 2007), todos los servicios públicos de calidad para los vecinos. Dotaremos a nuestra ciudad de las infraestructuras necesarias. Construiremos una plaza de toros, donde además de festejos taurinos se puedan celebrar otros eventos de tipo cultural, musical o deportivo. Tenemos el Plan Especial de El Gorronal prácticamente concluido, en el que se ha hecho un análisis económico, sociológico y urbanístico del barrio, con una serie de propuestas de actuación que mejorarán la calidad urbanística de este entorno. En breve se pondrá en ejecución”.
En cuanto a la creación de nuevas delegaciones anunciadas por González en el acto de presentación de su nuevo Ejecutivo (21 de junio de 2007), entre las que destacaba la de la Vivienda, “por ser una de las preocupaciones sociales más importantes, sobre todo entre los jóvenes”, y la relacionada con la Atención a Urbanizaciones, “reivindicación promovida en los últimos años por miles de familias residentes en estos núcleos residenciales a la hora de demandar nuevos servicios”, esta responsabilidad fue asumida por su amigo y compañero Juan José Morales.
Pues bien, cuatro años después las infraestructuras de esta ciudad están bajo mínimos, una situación que se ha agravado en los dos últimos años por la delicada situación económica por la que atraviesan las arcas de un Ayuntamiento cuya deuda con proveedores y entidades bancarias puede rondar los 100 millones de euros. Nunca más se supo de otro de los proyectos estrella del Ejecutivo socialista, el de la plaza de toros, y los vecinos de El Gorronal continúan no sólo sin ver ejecutado su famoso Plan Especial, sino en el más completo de los olvidos. En el apartado de vivienda se puede decir que ni siquiera se han construido los pisos de VPO (Villalba-Pueblo) adjudicados hace años, y tampoco se han promovido este tipo de pisos por parte del Ayuntamiento. En cuanto a las urbanizaciones, éstas siguen siendo ninguneadas por un Ejecutivo que les prometió más seguridad (policías de barrio), mejores accesos y zonas de aparcamiento, más limpieza viaria y alumbrado público. El ejemplo más evidente de la falta de diálogo entre Ayuntamiento y residentes está en la peculiar actuación realizada en el Parque de la Coruña, donde se ha hecho una obra que va en contra de los intereses de los vecinos.