Un grupo de 60 vecinos de Zarzalejo inicia el camino para convertirse en la primera ‘Ciudad de la Transición’ de Madrid

Ciudad de la Transición se refiere a una comunidad que se adapta al cambio que se avecina con la desaparición del petróleo barato. O lo que es lo mismo, la conversión progresiva hacia un lugar donde poder vivir sin depender de este carburante y sus derivados. Algo que empezó a debatirse en los años 60 del pasado siglo XX, pero que hoy día ya es un asunto muy presente en la agenda de los gobiernos más realistas.

Al margen de los pasos de los gobernantes, numerosas comunidades de diferentes continentes han empezado a organizarse para vivir al margen de esta dependencia energética.

Este movimiento se ha configurado en la denominada Red de Transición, que actualmente engloba a 126 ciudades, pueblos, barrios y diferentes comunidades de países principalmente sajones (Reino Unido, Estados Unidos, Irlanda, Nueva Zelanda, Australia y Canadá), pero también de otras culturas más próximas a la nuestra como Chile, Italia, Alemania, Holanda o Japón.

Desde 2005 en Irlanda
El movimiento que ahora nace en Zarzalejo tuvo su origen en Kynsale (Irlanda) en el año 2005, con un esfuerzo colectivo por organizarse para hacer frente al desafío del llamado “Pico del Petróleo” (punto clave en que será tan escaso y caro que resultará prácticamente inaccesible) y al cambio climático. Tanto aquella primera población irlandesa como ahora este pueblo madrileño, trabajan y se esfuerzan en desarrollar iniciativas de convivencia de cara a “los cambios que vamos a vivir en los próximos años por la decreciente disponibilidad de los recursos energéticos fósiles y la alteración del clima”.

Otra forma de vida
Entre las medidas que han decidido adoptar los ciudadanos de la transición de Zarzalejo destacan un proyecto de vía-bici y otros de autostop popular y de coches compartidos entre este municipio y la vecina localidad de El Escorial. En el mismo sentido de racionalizar el gasto buscarán fórmulas para optimizar el transporte escolar.

Por otra parte, y de cara a la obtención de productos y su elaboración, este colectivo pondrá en marcha diversos huertos colectivos y gallineros comunitarios. Y con estos productos han acordado que se iniciarán programas para enseñar los secretos de la cocina ecológica, incluyendo la elaboración de pan.

El colectivo de Zarzalejo es consciente del esfuerzo que requiere poner en marcha este proceso, pero ya ha empezado a buscar información sobre cómo aislar las casas de sus miembros para reducir el gasto de energía. De hecho, ya han previsto talleres para elaborar velas, hornos solares y calderas de barro.

Banco de tiempo
Pero sin duda, la idea que parecerá más utópica a quienes lean estas líneas es la previsión de crear una moneda social y un banco de tiempo. Ideas éstas que, sin embargo, son realidad desde hace años en ciudades como Ithaca (Estados Unidos), donde, curiosamente, el restaurante Mc Donald de la ciudad tuvo que cerrar por falta de clientes.

El precursor de este movimiento en Madrid es Javier Zarzuela, director del colegio del municipio y conocido activista del ecologismo en Galapagar y otros municipios de la comarca. Con sus charlas y conferencias a lo largo de la región, este defensor de la vida natural está concienciando a colectivos como el de Zarzalejo en un ambiente positivo, al margen del alarmismo inicial que provocan estos temas en la mayoría de los ciudadanos.

En definitiva, aseguran los Ciudadanos por la Transición, el objetivo es “ser más autosuficientes, para resistir y recuperarse con más garantías de cualquier crisis energética, alimenticia o económica, como la escasez repentina de alimentos, el fuerte incremento de los precios de los bienes de primera necesidad o de los combustibles, o los efectos del calentamiento global.