Los aullidos de Lobo Cojo

“Tiene narices que sea el mismísimo JP el que no quiera pasar por la caja de su amadísimo parking y plante el súper-coche oficial blindado en la acera de Batalla de Bailén mientras se toma la cervecita del aperitivo, dice Lobo Cojo. Yo animaría a todo aquel que a partir de ahora sea sancionado por mal estacionamiento a presentar un recurso contra la multa aportando una copia de la foto del coche oficial estacionado en la acera (ver página 8), alegando aquello de “todos somos iguales ante la Ley”. Lo mejor de todo es que la patrulla que pasaba en esos momentos por allí hizo la vista gorda, porque si a los agentes municipales les hubiese dado por multarle ya teníamos otros 90 euros de déficit, porque dudo que el fenómeno pague estas cosas. Ya lo dice el dicho: para lo que me queda en el convento…Y es que el ilustrísimo se quiere hacer notar y ya no sabe como. Por ejemplo, ahora va a todos los ‘saraos’ en los que crea que pueda arañar un voto: casas regionales, colegios, reuniones de mayores, comercios, asociaciones…lugares a los que no suele ir habitualmente. Sin embargo, las malas lenguas le defienden y dicen que no lo hace para captar votos, sino que solamente quiere despedirse de todos personalmente porque ya sabe que en las elecciones de mayo se va a quedar sin plumas y cacareando. Aunque para revolcón el que se va a llevar con la famosa factura de Andorra, que enseñó pero no presentó -¿por qué no la cedió para adjuntarla al acta del pleno?-, si, como parece, este tema acaba en manos de la Fiscalía o en las de los jueces. Y es que esa factura parece más sospechosa que un pagaré de Nueva Rumasa”.