Pérez del Molino: “Es una guerra de José Ignacio Fernández Rubio contra la alcaldesa”

Carmen María Pérez del Molino se convirtió en agosto de 2008 en la primera alcaldesa de la historia de Guadarrama, después de que el hasta entonces regidor, José Ignacio Fernández Rubio, fuese nombrado viceconsejero de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid y de que quien a priori se presentaba como sustituto natural, Miguel Rodríguez Bonilla -concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde-, renunciase a asumir el cargo de primer edil, al considerar que su trabajo como empresario le impedía dedicar a la Alcaldía todo el tiempo que requería. De este modo, Pérez del Molino tomó las riendas del Ayuntamiento, en un pleno en el que todo fueron buenas palabras. Sin embargo, dijo ayer, la calma duró apenas un par de meses, desatándose un enfrentamiento con el ex alcalde (y además presidente del Partido Popular guadarrameño, con quien confesó que no se habla desde hace un año y medio) que se ha prolongado en silencio hasta que definitivamente ha estallado una vez que el martes la Ejecutiva del PP eligió a Miguel Rodríguez Bonilla como cabeza de lista de cara a las elecciones municipales del próximo 22 de mayo.

Un momento muy duro
Visiblemente emocionada (hasta en dos ocasiones tuvo que interrumpir su intervención), la aún alcaldesa aseguró estar atravesando “un momento muy duro”, iniciando un relato de los hechos que prometió culminar en un acto que se celebrará el próximo viernes, 4 de febrero, en el centro cultural La Torre. El martes, explicó Pérez del Molino, se celebró la Ejecutiva del PP local, “convocada con menos de 24 horas”. “Acudí con la idea de impugnarla, porque no se puede convocar con premeditación y alevosía, a las 21.00 horas, coincidiendo con un partido de fútbol de máxima audiencia”. “De tonta tengo muy poco”, subrayó la regidora, añadiendo que semanas antes ya había advertido a Génova que “había un tapado”, que resultó ser quien precisamente hace algo más de dos años y medio renunció al puesto por razones personales y profesionales.

A partir de aquí, Carmen María Pérez del Molino se expresó alto y claro: “Es una guerra personal del ex alcalde contra la actual alcaldesa”, motivada, indicó, por diversas circunstancias, “de las que daré cuenta a los vecinos en un acto en La Torre”. “Que a nadie se le olvidé”, manifestó, “que José Ignacio Fernández Rubio abandonó el barco cuando se estaba hundiendo. Sabíamos que Guadarrama se le había quedado pequeño y que aspiraba a ser más”. En este sentido, aprovechó para mandarle una envenenada felicitación por su probable designación como candidato del PP en Las Rozas, “donde el Plan General también está pendiente de acuerdo y lo lleva el mismo arquitecto”.

El ‘caso El Molino’
Respecto a Rodríguez Bonilla, señaló que “todos sabíamos que hace dos años el tema del restaurante El Molino estaba encima de la mesa y podía hacer daño al PP”. “No sé si eso se ha resuelto y me lo he perdido”, añadió, consciente de que se trata de una polémica que aún está pendiente de resolución judicial. “Que diga ahora por qué no quiso ser alcalde”, subrayó.

En cuanto a su labor al frente del Ayuntamiento, Pérez del Molino dijo que “ahí están los datos: he trabajado para que Guadarrama sea ejemplo de cómo salir de una crisis, con un ahorro de 6 millones de euros”. El problema, añadió, se reduce a que “una persona no quiere a otra”. “La historia se remonta al segundo mes de esta legislatura, aunque siempre he creído que las cosas hay que mantenerlas en familia, y ahora ha llegado el momento de que se lo cuente a los vecinos, de explicar mi verdad y lo que me ha llevado a esta situación. Esto ha sido algo que se ha maquinado durante dos años y al final le ha salido bien. Ahora puede que haya gente que diga que hablo porque estoy dolida, y efectivamente lo estoy, pero llevo 20 años dedicándome a la política municipal, durante mucho tiempo sin cobrar un duro, porque esto no lo he hecho por un sueldo ni por otros intereses. Por eso me hubiera gustado que el PP de Guadarrama me hubiera dado la oportunidad de que el pueblo hubiese decidido”.

Pérez del Molino, que compareció acompañada de tres ediles (Ricardo Lozano, Sara Villa y Áurea Escudero -aunque también cuenta con el apoyo de un total de otros tres concejales-) aseguró que a lo largo de estos últimos días está recibiendo “muchos apoyos, gente que me llama y me dice que esto es una injusticia. Incluso me han llamado alcaldes que no lo entienden, como no lo entiendo yo, porque nadie me ha dicho por qué no puedo ser candidata”.

Respecto a la posibilidad de encabezar una candidatura independiente, la aún alcaldesa evitó pronunciarse: “Estoy tan dolida que no es el momento de tomar una decisión, porque te puedes equivocar. Sabía que esto se podía producir, pero esperaba que alguien me echara una mano. La presidenta Esperanza Aguirre me iba a recibir, pero al final no he tenido la oportunidad, y ahora es mejor dejar que se recupere; lo que no voy a hacer es complicarle la vida”.
“Me voy con la conciencia muy tranquila, porque he trabajado con honradez, me he dejado la piel y mi gestión ha sido transparente. He trabajado con responsabilidad, buscando el interés general del municipio”. Y finalizó su intervención con una frase que, en este contexto, queda abierta a todo tipo de especulaciones: “Nunca he mirado el interés de ningún amigo”.