En relación al ámbito local, tal como ya les anunciábamos la semana pasada, tampoco parece que los populares vayan a tener muchos problemas para seguir al frente de los consistorios serranos, sobre todo en municipios como San Lorenzo de El Escorial, Guadarrama, Moralzarzal, Collado Mediano y Becerril de la Sierra, entre otros, gracias a la gestión realizada durante esta difícil legislatura por regidores tan solventes como José Luis Fernández Quejo, Carmen María Pérez del Molino, María Rubio, José María Moreno, etc. En Torrelodones, el cambio de candidatos a la Alcaldía (Laorden -en la fotografía de la derecha- por Galbeño) puede incluso incrementar la actual mayoría absoluta del PP.
Sin embargo, no todo va a ser coser y cantar para los candidatos conservadores, de ahí que, por un lado, en algunos municipios van a tener que “tirar de pico y de pala”, como suele decir la presidenta madrileña, si no quieren perder las alcaldías que ahora ocupan y, por el otro, recuperar los dos únicos consistorios que siguen en manos de alcaldes socialistas, caso de Cercedilla, donde Eugenio Romero -en la imagen de la izquierda- gobierna en minoría gracias a los enfrentamientos habidos en el seno de la ‘familia’ popular de esta localidad, o Collado Villalba, donde los socialistas han gobernando con bastante comodidad estas tres últimas legislaturas.
Complicados pactos de coalición
El Partido Popular, aun saliendo como favorito, sabe que tiene que conseguir mayoría absoluta si quiere gobernar los ayuntamientos de Alpedrete, Navacerrada, El Escorial, Galapagar y El Boalo, pues en caso contrario sus cabezas de lista se verían obligados a realizar pactos antinatura, algo que a priori no sería bueno ni para los intereses del municipio ni tampoco para los del propio partido. Aún así, Antonio Vicente en la Villa y Daniel Pérez en Galapagar parecen tenerlo bastante más fácil que Marisol Casado (Alpedrete), Carmen Díaz (El Boalo) y Pablo Jorge Herrero (Navacerrada), donde podría suceder que alguno de ellos, pese a contar con el viento a favor de las siglas del PP, necesite los votos de otros grupos para superar el acto de investidura. Y en relación a los feudos socialistas, en Cercedilla el PSOE, tras el retorno de la normalidad a la sede popular, ha empezado a hacer los preparativos para ver la forma de afrontar una larga travesía por el desierto de la oposición tras la larga y peculiar gestión de Eugenio Romero al frente de esta Alcaldía. La victoria de los populares se da como un hecho incuestionable aunque la mayoría absoluta no sea fácil. No obstante, el partido independiente fundado por el ex alcalde Enrique Espinosa, si nos basamos en su ideología, siempre se sentirá más cómodo compartiendo gobierno con el PP que con los socialistas.
Collado Villalba, a tiro del PP
El último bastión del PSOE serrano, es decir el Ayuntamiento de Collado Villalba, después de 12 años de gobiernos socialistas, puede ser escenario de un cambio político impensable al menos hasta hace cuatro años, cuando el actual regidor, José Pablo González, revalidó en las urnas su actual mayoría absoluta. Pero desde 2007 hasta ahora, han pasado muchas cosas en esta ciudad, estando la mayoría de ellas protagonizadas por la mala y conflictiva gestión de un Ejecutivo que ni siquiera se ha preguntado si con ello perdería la confianza de sus electores mas incondicionales y la del resto de los ciudadanos, todos ellos testigos de los desmanes de unos políticos endiosados, desgastados y finalmente vilipendiados tras descubrirse algunos de sus deslices personales. Si a todo ello añadimos la grave situación económica en la que se encuentran las arcas municipales, consecuencia de la pésima administración de unos gobernantes que se abonaron cómodamente al despilfarro; la mala planificación del Plan E, con obras como la de la rotonda de la carretera de Moralzarzal, aún sin terminar; la caprichosa obra del túnel-parking de Honorio Lozano, cuyo coste va a superar con creces los 40 millones de euros; la privatización de la mayoría de los servicios públicos y el encarecimiento del coste de estos para sus usuarios; la desidia mostrada por los ediles socialistas a la hora de fomentar las actividades en la Casa de Cultura o mejorar el funcionamiento de la Escuela de Música; las carencias mostradas por la Alcaldía a la hora de negociar el convenio de los trabajadores municipales con todas las secciones sindicales; el abandono que afecta a servicios tan básicos como son la limpieza viaria, la recogida de basuras, el mantenimiento de parques y jardines, calles y aceras, etc; y lo unimos al buen trabajo que viene realizando el remozado Partido Popular local, con su presidente y candidato a la Alcaldía, Agustín Juárez, pateando día a día la calle para conocer de primera mano los problemas que más acucian a los villalbinos, es lógico entender que el PP sea el actual favorito para formar gobierno. ¿Por mayoría absoluta?. Eso parece parece más complicado, pero tampoco ello le impedirá a Juárez gobernar en minoría, sobre todo si se tiene en cuenta que su teórico adversario, José Pablo González, tiene cerradas las puertas de una hipotética coalición con Izquierda Unida.
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