Derechos Humanos
Tomás Alberich
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Toda la fuerza del nuevo Gobierno se ha disipado. Lo que hace apenas dos meses era noticia de primera y reforzaba al PSOE (nuevos ministros, ¿nueva política?) hoy ya se ha disipado. El prestigio del nuevo Gobierno disminuyó: primero fue la crisis saharaui, luego los papeles del Wikileaks, después las elecciones catalanas y finalmente sus propuestas de reducción de derechos sociales y de retrasar la edad de jubilación dieron la puntilla.
El pasado 10 de diciembre se celebró el aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Una buena ocasión para repasar cómo están en algunos países y temas que nos son cercanos. Empecemos con la última crisis en el Sáhara, vergonzante para la ONU y más para España. La nueva ministra de Asuntos Exteriores, famosa por perder elecciones internas y externas -y tan querida de algunos dirigentes socialistas villalbinos- se lució en el estreno del cargo. La ministra Trini, abreviatura de Trinidad Jiménez (podría ser de ‘Tonterías Recurrentes Indignantes Negativas e Insólitas’), vino a decir que nuestro país se juega mucho con Marruecos y que la economía manda. Vamos, poco más y resulta que España se hundiría si se critica a Marruecos. Pensábamos que la economía española, de depender algo de alguien, sería del euro, la Unión Europea y los seudo-mercados. Pues no. A Marruecos no se le puede decir ni mu. Y eso a pesar de la gravedad de los hechos: han matado a un español de origen saharaui y las escasas informaciones que nos llegan dicen, por ejemplo, que casi todos los saharauis detenidos en El Aiún (140) fueron apaleados, según Amnistía Internacional. El PP salió defendiendo los derechos del pueblo saharaui, por primera vez en su historia, y el PSOE los de Marruecos. El Gobierno no pide explicaciones por el asesinato de un español y a la ministra parece que le da igual... Pensamos que otra cosa hubiese sucedido si los apaleados y machacados lo fueran en otro sitio, por ejemplo en Cuba. Ahí sí: toda la comunidad internacional se hubiera echado encima y hubiéramos oído todo tipo de denuncias y condenas. Las resoluciones de la ONU están para cumplirlas según en qué sitios. Si es en el Sáhara o en Gaza (los dos campos de concentración más grandes del mundo), la cosa cambia. Y con nuestras ex colonias (Cuba, Sáhara, Guinea,...) tenemos un trato según qué casos. Los Derechos Humanos están para defenderse y de forma escrupulosa en Cuba. El Sáhara español tiene fosfatos y pesca y se lo quedó Marruecos, con el apoyo de EE UU, para conseguir así el control y casi monopolio mundial de un mineral estratégico. Por eso lo tienen tan difícil los saharauis para conseguir democracia y una mínima autodeterminación, saben que tienen en contra a las grandes potencias porque la dictadura marroquí es un aliado fiel, pero no saben que ocurriría con un Sáhara libre.
Otro triste ejemplo: Guinea Ecuatorial, ex provincia española hasta los años 60, se encuentra bajo una dictadura criminal y sangrienta, pero, claro, tiene petróleo, con lo cual la presión internacional para parar la tiranía de la familia en el poder es casi nula.