El ‘calvo’ de la Lotería

Hay una fecha emblemática, anterior a la Navidad, y es sin duda el día del sorteo de la Lotería, 22 de diciembre, en el que la suerte juega un papel decisivo. Contemplo el spot de la diosa Fortuna, haciendo propaganda de tal evento, y del que se puede decir que no está mal, ya que se inspiró en cuentos infantiles y posee cierta magia, pero dista bastante de otro, que podemos calificar de ideal porque hizo vibrar a varias generaciones, señal inequívoca de que llegó muy adentro. Me estoy refiriendo al del carismático personaje llamado Clive Arrindel. No creo que vuelva a asomarse a nuestras pantallas, al menos anunciado loterías, porque según opinaron los iluminados de turno, el impacto de su imagen eclipsa el producto que pregona. Pues miren, he oído muchos despropósitos en mi vida, pero como este ninguno, pues si el mensajero tiene fuerza, que la tiene y mucha, también la transmite al mensaje. Si le llamamos ‘el calvo de la Lotería’ es no sólo por su imagen, que también, sino porque pregonó ese juego de azar desde el año 1998 y lo convirtió en algo mítico y simbólico para todos los españoles. Algo que sin duda despertaba la ilusión y la fantasía de las que tan necesitados estamos. A mi, desde luego, me gustaría que volviese ese personaje.