Al parecer, nuestros políticos aún siguen siendo capaces de sorprendernos tanto en sus actividades públicas como privadas. Así, cuando aún no se han apagado los comentarios relacionados con el ‘culebrón’ fotográfico protagonizado por el alcalde y el por entonces concejal de Urbanismo -actualmente de Hacienda-, de Collado Villalba, por unos viajes de placer a Andorra y Punta Cana acompañados de los propietarios de las empresas constructoras que, en los últimos años, han sido las adjudicatarias mayoritarias de las obras y concursos públicos de este Consistorio, salta en Torrelodones la noticia del comportamiento, al menos irregular, del concejal de Medio Ambiente, José Luis Llorente, en la adjudicación del concurso de limpieza vial y recogida de basuras en este municipio a la empresa Urbaser, por importe de 12 millones de euros, empresa a la que el edil torrelodonense había estado vinculado laboralmente antes de acceder a su actual cargo político.
La denuncia realizada por grupo municipal de Vecinos por Torrelodones ha vuelto a poner sobre el tapete la prepotencia con que suelen actuar algunos de los representantes públicos locales, pues aún siendo conscientes de lo reprobable de sus comportamientos, siguen adelante tal vez por “si cuela”. De otra forma no se entiende que José Luis Llorente se implicase en la redacción de los pliegos de prescripciones técnicas de dicho concurso y no se abstuviera de participar en ninguna de las fases del proceso. Y, lo que aún es más grave: diese su voto, con ‘luz y taquígrafos’, a favor de la litigante en el acto donde se aprobó dicho concurso.
Obviamente, dentro del seno corporativo eran muchos los que conocían la vinculación laboral del edil con Urbaser y aún así, parece ser, todos prefirieron no denunciar el asunto hasta que se consumó la ilegalidad. Se dice que sus compañeros de Gobierno aceptaron el riesgo de una denuncia posterior porque sabían que sin el voto de Llorente no disponían de la mayoría necesaria para sacar adelante este concurso; la oposición también prefirió no decir ni pío para después denunciarlo a bombo y platillo, algo bastante lógico si tenemos en cuenta que las elecciones municipales están a cinco meses vista, que en el Partido Popular aún no se ha oficializado el nombre de su candidato a la Alcaldía -aunque los rumores apunten directamente a Javier Laorden-, y que, además, José Luis Llorente es uno de los componentes de la Ejecutiva popular que preside Gádor Ongil.
Lo normal sería que el edil infractor presentase de inmediato la dimisión, porque ni siquiera el hecho de que a ese concurso sólo se presentara su antigua patronal le va a librar de estar bajo sospecha. Y cuando esto sucede en política, lo mejor es recoger el despacho y entregar la acreditación al alcalde, que supongo va a ser el que al final se tendrá que comer el marrón, aunque en este caso Carlos Galbeño tiene poco que perder, pues hemos de recordar que el actual regidor torrelodonense dejará la política en mayo.
La Sierra del Guadarrama seguirá creciendo hasta 2017
Según el director general de Economía de la Comunidad de Madrid, José María Rotellar, en 2017 nuestra región contará con 7,2 millones de habitantes, lo que supone un aumento poblacional del 30 por ciento. Otro dato no menos interesante es que dentro de 15 años la población será más joven, puesto que la franja de niños con edades comprendidas entre 1 y 16 años crecerá un 43,76 por ciento, mientras la de los mayores lo hará sólo un 32,21, lo que supondrá el 14,94 por ciento del total de los madrileños
De este informe también se desprende un crecimiento vegetativo bastante positivo, ya que los nacimientos aumentarán un 27,84 por ciento y las defunciones sólo un 22. En cuanto a los movimientos migratorios se prevé que cada año vendrán a vivir a la Comunidad de Madrid más de 50.000 personas. Otro dato relevante es el relacionado con el hecho de que las coronas metropolitanas ganarán 1,5 puntos en peso de población, mientras los municipios no metropolitanos alcanzarán los 4 puntos con la presencia de nueva población joven, detectándose principalmente el desplazamiento y la expansión de los ciudadanos hacia zonas nuevas y sobre todo hacia la Sierra, al gozar nuestra comarca de una mejor dotación de infraestructuras.
Un grave delito de maltrato animal en Guadarrama
La fotografía publicada por algunos periódicos hizo estremecerse a muchas personas. Una perra de presa de raza podenco apareció días pasados colgada de un árbol tras morir ahorcada a la altura del kilómetro 48,5, en el término municipal de Guadarrama. El hecho fue denunciado por la Asociación por la Liberación y el Bienestar Animal (ALBA), que además de condenar este vergonzoso hecho hizo un llamamiento a los ciudadanos donde anunciaba que se recompensará con 1.000 euros a quien pueda aportar alguna pista fiable sobre el autor o autores de esta barbaridad para impedir que queden impunes.
Estamos una vez más ante un flagrante delito de maltrato animal que corresponde a las autoridades perseguir hasta encontrar a los autores del mismo. Se dice que en algunas regiones españolas es práctica habitual que los cazadores ahorquen a los perros cuando estos ya no les sirven. Personalmente tengo que decir que eso, además de ilegal, es inhumano y afortunadamente me consta son pocos los cazadores madrileños capaces de llegar a cometer este tipo de barbarie.
Si (
No(
