La alcaldesa anuncia la apertura de una investigación en la Policía
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La alcaldesa de Valdemorillo, Pilar López Partida (PP), ha decidido actuar en la Policía Local, iniciando una investigación “al objeto de lograr el esclarecimiento de todo lo que ocurre en este departamento”. La regidora reacciona de esta manera a los últimos acontecimientos vividos en el cuerpo, donde se vienen registrando denuncias cruzadas entre el jefe de la Policía, el cabo Francisco Paulino y la concejala de Seguridad, Maite Hernández, un vecino del pueblo y un agente de la Policía, tres agentes y el cuerpo de Policía, y una agente y un cabo accidental. En el ultimo pleno, la propia responsable de Seguridad reconoció que el ambiente dentro del cuerpo es “malo, más que malo”.
Desde Alcaldía se reconoce ahora que en la Policía Local “se ha llegado a una situación límite que ha determinado nombrar órgano instructor para proceder a la correspondiente investigación, al objeto de lograr el completo esclarecimiento de todo lo que ocurre en este departamento”. Se trata, continúan estas mismas fuentes, “de escuchar a todos, de modo que se pueda profundizar en lo ocurrido y, analizados los hechos, se depuren responsabilidades en la jefatura, los agentes y el propio funcionamiento interno del cuerpo”.
Según la información recogida, dependiendo de la marcha de esta investigación se abrirán expedientes informativos. Para el Ayuntamiento, “la prioridad es la de prestar atención al ciudadano, garantizándole el servicio de calidad que merece”. El Consistorio quiere aprovechar el proceso para “elaborar un protocolo de actuación”, para lo que se ha solicitado un informe a la Dirección General de Seguridad. Aseguran desde Alcaldía que el tema “es lo suficientemente serio, ya que han llegado a registrarse amenazas”.
Amenazas y denuncias
Además, se ha conocido por otras fuentes la existencia de diversas denuncias entre agentes y el propio cuerpo de Policía. Así, tres efectivos de las BESCAM han interpuesto denuncia ante la Guardia Civil por la supuesta desaparición de una multa de tráfico interpuesta a un vecino de la localidad que fue denunciado por conducir con una tasa de alcoholemia de 0,40. Los agentes atribuyen a una “mano negra” la presunta desaparición de la denuncia.
Por otra parte, el cabo jefe Francisco Paulino, que fue sancionado con tres meses y 15 días por uso inapropiado de la tarjeta BESCAM, ha permanecido un año y recientemente otros 15 días de baja médica, lo que no le ha impedido denunciar a la concejala de Seguridad, Maite Hernández, por supuesto acoso en el desarrollo de su jefatura. Respecto a la actuación del cabo jefe, la edil ha entregado más de 200 folios que describen supuestas irregularidades de éste en el ejercicio de sus funciones. El dossier se encuentra en manos de los servicios jurídicos municipales.
Por último, una agente de Policía ha denunciado a uno de los dos cabos provisionales por proferir insultos contra ella. También, tal y como publicó este periódico, se ha admitido a tramite en el Juzgado de San Lorenzo del Escorial la denuncia de otro vecino de la localidad contra un agente de la BESCAM por supuesta mala practica policial y acoso al tramitar este agente tres multas en el mismo acto, una de ellas por supuesta conducción temeraria, algo que el denunciado niega rotundamente.
De baja, poniendo copas
En el pleno del pasado 15 de noviembre, el Partido Independiente de Valdemorillo (PIVALDE) aseguró haber visto al cabo jefe Francisco Paulino “sirviendo copas en la barra de un conocido bar de Zarzalejo durante su ultima baja medica”, hace apenas un mes. La alcaldesa calificó este hecho, de ser cierto, como muy grave. Por su parte, la concejala independiente Carmen Villanueva puso a disposición de la comisión de investigación su testimonio al respecto.
Sin embargo, siempre según fuentes cercanas a la Alcaldía, las investigaciones no serán conocidas por los grupos de la oposición. Dicen textualmente: “El resto de grupos políticos con representación municipal no conocerán en detalle la realidad interna que se vive en la Policía, ya que este no es un asunto que convenga politizar. Al contrario, lo mejor es dejar que se esclarezca toda la situación planteada sin sumar a la misma nuevos motivos para la polémica”. Sí parece lógico consultar la opinión de una oposición que en octubre pasado, con los votos de dos de los ocho concejales del PP que en aquella ocasión votaron en contra de su propio grupo, sacó adelante una comisión de investigación solo para el cabo Francisco Paulino, acción que ahora no solo asume la regidora, sino que amplía a todo el funcionamiento interno del cuerpo.
Retraso
PIVALDE, partido que destapo el caso tarjeta BESCAM, que motivo la sanción al jefe de Policía, asegura haberse enterado por la prensa de la decisión de la Alcaldía. Cree que no es admisible que hayan transcurrido más de dos meses sin constituir el comité en un asunto tan sensible como la seguridad ciudadana.
“Nuestro Partido ha demostrado”, dice Alfonso Redondo, presidente de PIVALDE, “que desde el famoso caso de la tarjeta de las BESCAM la Policía no está dignamente dirigida. El principal mando no debería estar al frente de esta institución. La principal responsable es quien todos sabemos que año tras año no cumple con lo que manda el reglamento en cuanto a los mandos que debería tener el cuerpo de Policía. No tenemos los adecuados y estamos en manos de una persona que por sus propios hechos se descalifica y de dos policías que ejercen de cabos sin serlo. Todo esto propicia el mal ambiente del que se queja la concejala del área y que sufrimos los vecinos. Pilar López Partida no debería haber consentido, con su inhibición en el tema, que se llegara a estos extremos”.
De momento, se desconoce quien o quienes constituirán el órgano instructor que se encargará de la investigación, valorará los datos y propondrá expedientes informativos y sanciones. En cualquier caso, tendrá que ser un funcionario de rango superior o un concejal. La edil del área ya se ha inhibido y la oposición no cuenta para la alcaldesa, que es quien debe nombrar instructor. Lo cierto es que a seis meses de las elecciones la Policía de Valdemorillo se ha convertido en un polvorín.