Políticos y funcionarios

Lo hacen todos, desde el presidente del Gobierno hasta el alcalde de mi pueblo con los empleados del Ayuntamiento. De un detallado informe que he podido leer recientemente se pueden extraer datos como los siguientes: nuestros diputados tienen 5 millones de euros al año para viajes. Alguna comunidad autónoma dispone de más de 200 coches oficiales. Cada eurodiputado puede gastar 18.000 euros al mes en contratar a un ‘asesor’ personal. Las vacaciones del presidente nos cuestan 200.000 euros en dietas, desplazamientos... Y en las últimas elecciones generales los partidos se gastaron 66 millones de euros en promocionarse. Además, en España, tenemos entre alcaldes, concejales, diputados y senadores cerca de 80.000 políticos que suponen un coste -sólo en sueldos- de unos 500 millones de euros al mes ¡6.000 millones al año! He intentado pasarlo a pesetas, pero las calculadoras de mileuristas como la mía no admiten ciertas cantidades. En mi caso, fíjense, con todo lo malos que sean los empleados públicos, preferiría que el gasto a recortar fuese el de esos 6.000 vergonzosos millones a que me lo quiten en médicos, profesores, bomberos o policías.