• Ocho años, toda una eternidad

Sé que este es un tema largamente debatido, y en otro tipo de cargos tengo menos seguridad, pero en la Administración local no me cabe ninguna duda de que el permanecer en el cargo más de dos legislaturas es un tremendo error que desgraciadamente pagamos todos.

Las personas se endiosan, pierden la perspectiva y se alejan del ciudadano, de los problemas reales. Empiezan a preocuparse más por sus luchas de poder que por las necesidades de sus representados.

Comienzan a enfocar los proyectos como si ellos fuesen a estar ahí toda la vida, adquieren mentalidad vitalicia y dejan totalmente condicionadas las posibilidades de los que en algún momento serán sus sucesores.

Se da la circunstancia de que la persona que se introduce en esa espiral generalmente no quiere darse cuenta del problema que tiene; entiendo por tanto que debería regularse de forma que nadie pueda caer en la tentación.

Yo de momento le pido a mi alcalde, el de Collado Villalba, que se pare un momento a pensar que aquí residimos más de 50.000 vecinos, que llevamos más de 32años de democracia y que por tanto no es de recibo que casi la mitad de ese tiempo se tengan que hacer las cosas como quiere uno solo.